lunes, 5 de octubre de 2015


                             EL PARADIGMA DEL AMOR


 Nunca he creído que el amor de pareja fuera un cúmulo de acciones destinadas a favorecer más, a un vinculo tangible como el  social y económico, que otro intangible como las emociones y los sentimientos. Ni algo tan retorcido que se sirviera de estos últimos para conseguir intereses más mundanos e instintivos y no por ello menos humanos. Pero al fin y al cabo que nada tienen que ver con el verdadero sentimiento del amor.
Sin embargo y aunque lo que vaya a decir ahora retuerza vuestras entrañas, la mayoría de relaciones sentimentales que existen, tienen más de tangibles que de intangibles. Es decir que se construyeron probablemente  con sentimientos, pero que más tarde se mantienen con valores e intereses menos románticos y más pragmáticos, que destruyen automáticamente los primeros.  
¿Y en que me baso para decir algo así?   
En la experiencia. Mientras el matrimonio siga siendo el modo más común y demandado por las parejas para demostrar al mundo su "amor", seguiremos perpetuando la idea principesca y culturalmente judeocristina, de que el amor es un contrato y no un sentimiento vulnerable y con fecha de caducidad. Pero esto ultimo no es tan rentable.
Lo que me sorprende todavía, es la hipocresía de las personas que intentan excusar sus irresponsabilidad o inmadurez emocional, aumentando la carga material y mundana de su relación de pareja.
Es decir; yo no comparto mi vida interior contigo, a veces te desprecio, te intento manipular, te engaño..... Pero comparto contigo mis importantes amistades, mi cuenta bancaria, mi casa y todo aquello que se puede tocar y contar. 
Y yo aunque si comparto mis sentimientos contigo, te ofrezco mis cuidados y atención continua, para cuidar de ti y de tus hijos ( a veces no son míos) porque en contrapartida acepto que me maltrates un poco,  a cambio de sostenerme económicamente y emocionalmente.  

Así es como la mayor parte de las parejas, sostienen su vínculo y su unidad. Porque nos han hecho creer que la madurez sentimental consiste en mantener ese vinculo por encima de cualquier cosa. Eso es amar. ¡Falso!
Por esta razón y porque eso es imposible, las parejas que piensan así, deben agarrarse a lo tangible, pesado, mundano, frío y duradero, pues una pareja unida tan solo por un puro sentimiento y una compenetrada energía sexual, tocaría el cielo y sería muy feliz, pero no lo  podrían mantener intacto durante años y años.

La verdadera madurez emocional y sentimental, es aquella que tiene la sabiduría, seguridad, confianza, valentía y humildad, para saber que al amor hay que ir desnudo, sin corazas y sin expectativas. Sin maletas, sin etiquetas, sin prejuicios. Hay que ir solo a amar. El tiempo, mi ego y mi experiencia pasada, no valen nada, solo entorpecen al amor.
Ser independiente y auto suficiente en lo tangible y mundano, me hace maduro y responsable a lo intangible y mágico. Al amor. 


Margarita Basi.
  

1 comentario:

  1. Revolucionario y cierto. Para mi enlaza inevitablemente con la realidad del modelo de sociedad que hemos creado. Como ejemplo comentar que ya hace 20 años cuando me fui a vivir con mi pareja -en un pueblo de 10.000 habitantes en el que algunos todavía deben recordarlo como algo super-rebelde-, nos hacía mucha gracia ver como muchos de nuestros amigos se compraban el mono-volumen como parte del pack pareja-que-llevaba-años-de-novios-y se casan-y ahora toca-tener niños.
    Hace muchos años que intento e intentamos quitarnos los rosarios de nuestros ovarios, y parece que va para largo. En las sociedades en las que la gente se valora más por lo que tiene que por su valor como persona, "tener" pareja, hijos etc... se convierte en un bien de auto-consumo más. Y las opciones que dejan te acercan a veces al ostracismo, o como poco a la falta de visibilidad -y todos sabemos lo que eso conlleva-.
    En lo que no estoy de acuerdo es en que una verdadera relación, de amor verdadero, no.pueda durar en el tiempo, y no lo.estoy porque lo mismo que sé que un papel o una bendicion no asegura nada, tampoco creo que el no tenerlos signifique lo contrario.
    Un afectuoso saludo y gracias por compartir.

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