jueves, 8 de diciembre de 2016




                                        AMAZONA

                              ( Una feminidad olvidada)    


Escribí mi primera novela "Amazona", mientras investigaba sobre la identidad femenina. Y especialmente, sobre esa "fuerza femenina" tantas veces descrita y alabada por hombres, que honraban la esencia femenina, tan solo cuando ésta era un ejemplo de sacrificio, paciencia, virtud silenciosa y abnegada. Pero sobre todo cuando manifestaba una servidumbre amante y cuidadosa, hacia sus egos masculinos.   

Sin embargo, cuando alguna fémina se trastoca y perdiendo casi su razón, se atreve a explorar territorios fuera del previsible ámbito privado, en el que aún sigue nuestra sociedad arrinconando y apartando los genuinos valores femeninos. Descubre que la fuerza femenina no es como se la han contado. En donde las mujeres somos la fortaleza pacífica y paciente, la virtud silenciosa y reparadora de egos, la predisposición servil y en definitiva, el sostén del mundo.
Una mujer, cuando se da cuenta de que no es ni quiere ser el sujeto que el hombre ha decidido que ella sea, ni tampoco una fémina calcada a la más pura imagen y semejanza masculina, que repite sus creencias y acciones, creyendo que así alcanzará una igualdad que nunca existirá, y que la devolverá una y otra vez al mismo punto de partida.   
Reconoce la verdadera esencia de la fuerza femenina. Una pulsión que solo puede desarrollarse  a través de la hermandad y amistad entre féminas, con un objetivo común: Disfrutar de la búsqueda de su identidad fuera de toda influencia masculina, para entregar luego al mundo esos valores durante tanto tiempo reprimidos y silenciados. 
Esta es la verdadera fuerza femenina, es la fuerza del amor.

Creo que la figura de las amazonas como arquetipo femenino, es una potente inspiración y modelo a seguir para las mujeres. 
Ellas nos recuerdan que toda mujer posee la capacidad de vencer a sus más persistentes enemigos; la pereza, la competencia sexual entre féminas y la auto desconfianza personal.

El día en que las mujeres venzan estos miedos, serán realmente libres para ser quienes desean ser. Y la sociedad volverá a disfrutar de los valores femeninos puros y genuinos, que poco tienen que ver con los actuales, y que tanta falta hacen en un mundo tan patriarcal. 


Margarita Basi.      

               

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