CUIDAR DEL AMOR
Si el sentimiento amoroso que brota entre una pareja de amantes, es de las experiencias más bellas de este mundo. ¿Porque casi siempre acabamos exponiendo ese "amor" a las rutinas, banalidades, y penurias que existen en nuestras vidas, en lugar de aislarlo, protegerlo y esconderlo de ellas, como el mayor de los tesoros?
Nuestra cultura y educación acaba imponiendo sus reglas, hasta en como y de que manera gestionamos nuestros sentimientos.
Hasta del amor, la sociedad debe sacar un rendimiento o un interés con el que contribuir al sostén del entramado patriarcal.
Si los amantes vivieran y sintieran libre y naturalmente su amor, lo harían apartándolo de los elementos que lo prolongan pero que a la vez lo asfixian: la convivencia y el compartir una misma economía familiar, con todas sus ventajas e inconvenientes. Cuando eso ocurre, entran en los amantes una serie de nuevas responsabilidades, expectativas e intereses, que dificilmente sus puros sentimientos podrán soportar.
Así es como lo que la mayoría de las parejas llaman amor, no es más que un acuerdo tácito, amistoso y comprometido, en el que sostener sus individuales proyectos de vida en uno solo.
Es evidente que para que eso ocurra, una de las partes tendrá que ceder algo o bastante de su inicial proyecto vital.
Pero al engranaje social y a sus intereses, poco les importan los sentimientos de los amantes, por ello lanzan el falso mensaje de que el verdadero amor es aquel que se compromete a compartirlo todo; las angustias, enfermedades, dolor, pérdidas y también los pocos placeres que vendrán.... Sin embargo juntos, hipotecados hasta las cejas, el amor inicial crecerá y se hará mucho más fuerte.
Y así es, unen más ciertos intereses materiales que el puro amor sentimental. Pero ¿Acaso la autenticidad de un amor se basa más en cuanto tiempo lleva una pareja unida, o por el contrario, en la calidad de ese amor que nunca ha sido mancillado por otro interés que el de sentirse y amarse?
Cuando uno ama de verdad no se sacrifica, porque ama.
Cuando uno ama de verdad, pide y ofrece libertad para ser y dejar que su amante sea ella-él mismo.
Cuando uno ama de verdad, no quiere poner ni que su amado-a pongan su vida en sus manos.
Cuando uno ama de verdad crea un micro mundo apartado del resto de la humanidad, a donde ir de vez en cuando con su amante.
Cuando uno ama de verdad, es vulnerable y es siempre sincero con su amado-a, y acepta la posibilidad que al hacerlo, no sea comprendido y éste lo rechace.
Y sobre todo cuando uno ama de verdad, sabe y acepta la finitud de ese sentimiento y no trata de atarlo ni retenerlo con manipulaciones varias, con el fin de hacerlo eterno.
Visto así ¿Cuantas parejas se aman de verdad?......
Margarita Basi.
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