viernes, 17 de julio de 2015



                        LA MASCULINIDAD  PELIGROSA


La agresividad masculina como demostrativo de las cualidades del dominio masculino, sigue aumentando: violaciones y agresiones físicas o verbales hacia la mujer.

El patriarcado se basa en esa expresión de poder; solo que unos frenan antes esa pulsión y otros se dejan llevar por ella.

Algunos antropologos han llegado a la conclusión como Peggy Reeves Sandy, que en  las sociedades como Sumatra donde se respeta a las mujeres porque éstas tienen un papel importante en las decisiones colectivas, no hay violaciones o éstas son extremadamente raras.
Igual ocurre entre los Indios Arapesh en América o los Thaithianos o en algunas sociedades africanas que se dedican a la caza y el cultivo.
Sin embargo en el resto del mundo occidental y oriental, estas agresiones están muy presentes.    

Según los psicólogos, el violador es el resultado de una patología de su virilidad y no la expresión normal de la misma.
Es por tanto, la consecuencia del fracaso en la identificación masculina, además de un rechazo excesivo a su propia feminidad, lo cual denomina: "automutilación".

¿Porque los hombres desde mediados del Siglo XX, viven menos que las mujeres?
Hoy en día la diferencia sigue en aumento y ya es de ocho años.
Ellas viven unos ocho años de media más que ellos.

Posibles causas:  
1- La fragilidad del cromosoma Y, portador de menor información genética que el cromosoma X, según la hipótesis de A. Montaigne biogenetista.

2- Jourard asegura que como el hombre necesita también amar, ser amado, comunicar sus emociones y sentimientos, ser activo y a veces pasivo..... Pero como el ideal masculino sigue "prohibiendo" a los hombres satisfacer esas necesidades, al menos abiertamente y sin tapujos, esto afectaría a su sistema inmunológico y a su salud física y emocional.
También conllevaría a éste a sufrir más riesgos  y más accidentes que las mujeres por ello.

3- Beben y fuman más, ejercen más violencia a su alrededor y tienen más estrés por la exigencia social: ser más competitivo, ser más proveedor familiar  o el único, etc...

4- Los hombres visitan menos al médico y a los psicólogos que las mujeres. Incluso se les considera más válidos para socorrerse en circunstancias de emergencia: "mujeres y niños primero".

5- En las guerras son los que saltan al campo de batalla.

6- Su mayor cantidad de testosterona les inhibe muchas veces de tomar la conciencia necesaria para valorar una acción temeraria con la suficiente prudencia y así desestimarla.
Por ello son los hombres más victimas de peleas, lesiones, accidentes que muchas veces les cuestan la vida.

Es necesario enseñar a nuestros muchachos otro modelo viril que acepte la existencia de la "vulnerabilidad", como valor y cualidad tremendamente atractiva y necesaria para la buena salud mental, psíquica  y física de los hombres. 
Expresar emociones, pedir ayuda, expresar cariño y afecto a otros seres (sean incluso hombres), mostrarse cooperativo, resolver conflictos no violentamente, aceptar actitudes antes etiquetadas de femeninas o poco masculinas en un hombre, etc.... Es imprescindible y va a ser la asignatura pendiente para el hombre del S. XXI.
Solo así el hombre conectará y mostrará una sana y atractiva masculinidad.


Margarita Basi.   

              

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