miércoles, 9 de septiembre de 2015


               SEXO Y DINERO, PRINCIPALES APEGOS.


Siguiendo con el último artículo que escribí hace un par de días, os doy mis razones por las que creo que las mujeres, siguen aún más dependientes de sus propios apegos femeninos que los hombres de los suyos:

Ellas siguen creyendo que el amor que sienten lo puede todo.... Puede cambiar el carácter gruñón, posesivo, irascible, infiel.... de su amado. Ellas lo pueden cambiar..

Ellas continúan pensando que necesitan un padre conviviendo con ellas y sus hijos, pero no porque sean felices junto a él, más bien porque no conciben otras opciones de crianza y convivencia, más saludables y adecuadas para ellas y sus hijos, teniendo en cuenta los cambios sociales que se darán en un futuro.

Ellas siguen sintiéndose vulnerables al amor y en su etiquetado cerebro se puede leer , marcado a fuego: "Lo dejaría todo por amor". Así es como piensan que su sofisticado y sensible mundo emocional, necesita el equilibrio racional y pragmático de un hombre para mantenerse estables.
Pero yo creo que ese razonamiento esconde otra causa: el miedo y cobardía femeninos a vivir solas sin un varón en casa.

Y por último, ellas mantienen la creencia de que sin un hombre a su lado, perecerían, fracasarían o simplemente tendrían una peor calidad de vida. Así que prefieren malvivir (algunas) de otra manera, pero conservar el tren de vida que hace que a ojos de los demás, parezcan felices, exitosas y satisfechas.

Muchos hombres ya no quieren repetir convivencia con sus parejas, después de haber soportado un largo matrimonio y penoso divorcio. Y son felices viviendo  solos o compartiendo hogar con algún amigo, o familiar. Han aprendido a ver que en la vida hay muchas cosas que llenan el espíritu y el alma: los hijos, los padres, los amigos, la vocación, el altruismo....
Y que el amor romántico es un bien muy preciado, que la mayoría de veces va y viene a lo largo de nuestra vida.
Lo excelente y mágico no está hecho para ser retenido ni poseído entre cuatro paredes, porque se asfixia o enferma más fácilmente que otros bienes más mundanos.  

A las mujeres en general, nos cuesta un poco más ver las relaciones amorosas de esta manera.
Quizás porque llevamos muchos siglos soportando injusticias, dolor, miedo y esclavitud. Y tan solo un siglo de aparente igualdad entre nosotras y ellos, gracias a que muchas de nuestras antecesoras dieron sus vidas para que ahora nosotras disfrutemos de mayor dignidad  y cierta libertad. Pero ésta  no es más que ficticia.

Creo que es hora de hacernos algunas preguntas:
¿Es esto suficiente? ¿Realmente vale la pena que las mujeres sigamos trabajando tan duro? ¿Estamos satisfechas de nuestras vidas?
 ¿Estamos unidas las mujeres, trabajamos en grupo para construir otra sociedad menos patriarcal, así como riqueza y prosperidad a nuestra manera y conciencia femenina? 

Margarita Basi.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario