¿CONOCEMOS LAS MUJERES A QUE DIFICULTADES             SE ENFRENTAN LOS HOMBRES?     

 

    

                                

  

En la sección Cultura de la Vanguardia del pasado día 6 de febrero, se publicaba una entrevista a Isabel Coixet, con motivo de su participación en el festival internacional de cine de Berlin, con su película: "Nadie quiere la noche".

En la entrevista, Coixet decía entre otras cosas: "Yo solo aspiro a encontrarme con las mismas dificultades que los hombres; ni más ni menos".

Esta frase llamó mi atención, porque ahora las mujeres emprendedoras y luchadoras en este mundo patriarcal y masculino, ya no tan solo nos fijamos en señalar con un dedo acusador las oportunidades que los hombres tienen y nosotras anhelamos, sino que vamos más allá en nuestro afán por conseguir justicia e igualdad, y reclamamos pasar por las mismas dificultades y problemas con los que los hombres se enfrentan al mundo.

!Bravo! Ahora si estamos en el buen camino; una senda que nos llevará si cabe, a ser aún más dependientes de ellos.

Se ver perfectamente el espíritu independiente y luchador que Coixet ha demostrado y muestra poseer; nadie como ella ha sabido transmitir a través de la pantalla, el lado femenino del hombre y la cara masculina de la mujer (como precisamente ha hecho en "Nadie quiere la noche"), en un torrente de sentimientos y emociones que dignifican el drama y el horror que las pasiones humanas desprenden, vengan de hombres o de mujeres.

Sin embargo yo me pregunto:

¿Sabemos las mujeres cuales son los principales problemas con los que un hombre se encuentra en su día a día?

Y si los conoce: ¿Podemos las mujeres sentirlos y empatizar con ellos de igual forma como lo hace un hombre, para así reclamarlos también como nuestros?

¿No seremos las mujeres algo prepotentes, cuando pedimos tan alegremente sentir una emoción o sentimiento que nos es en parte ajeno, pues existe en la medida en que uno se identifica con ciertas actitudes y formas de ser propias de su género?

Los hombres tienen muchas cosas que resolver y mejorar en sus vidas, pero las mujeres en general, tenemos una en concreto que nos hace perder el sentido de nuestra propia identidad: Creernos que podemos con todo, incluso sentir como hombres cuando hace falta.

¿Tan aburridos, pobres e insignificantes son nuestros problemas que hemos de apropiarnos de los  de los hombres?

¿Que queremos demostrar con ello?

¿Que somos perfectas, indispensables, Diosas.... ? Y si realmente lo fuéramos; ¿Gastaríamos tanta energía en demostrarlo continuamente? 

Aun no nos hemos enterado de que vivimos, amamos, trabajamos, cuidamos, servimos, creamos y soñamos..... En un mundo masculino, jerárquico, patriarcal, dominante, conquistador, egocéntrico e injusto..... Y es precisamente por estos hechos,  por los que las mujeres hagamos  lo que hagamos siempre tendremos la sensación de: ir varios pasos por detrás del hombre aunque trabajemos el triple que ellos, ir a remolque, ser diferentes y ser tratadas de distinta forma.

Admitir esa certeza, nos llevará primero a dejar de copiarlos, imitarlos, juzgarlos y hasta odiarlos y segundo, nos acercará más a nosotras mismas y a otras mujeres que como nosotras, desean y quieren encontrar otro modelo social con otras reglas y con distinto planteamiento que el actual.

En definitiva, un nuevo paradigma donde ser mujeres para crear, producir y sentir como féminas, porque el mundo que crearemos será por fin coherente con nuestros valores femeninos naturales  y con otros masculinos pero no los que rigen en este momento presente.

De esta manera dejaremos de estar cansadas, agotadas y desconectadas de nuestra creatividad femenina, porque podremos utilizar esos valores en la construcción de una nueva sociedad que respete para empezar, los derechos humanos mínimos que el actual sistema ha ignorado con total frialdad, mientras producimos riqueza con solidaridad y justicia social.

Se que muchos pensareis que soy una idealista, ingenua o naif. Y estáis en lo cierto, pero no puedo dejar de serlo mientras no encuentre mujeres y hombres dispuestos a trabajar en la dirección opuesta a la actual.

En mi próximo artículo intentaré explicar con que dificultades específicamente masculinas, se encuentra un hombre en su vida.

Margarita Basi.