lunes, 23 de febrero de 2015



                      ¿CONOCIMIENTO O SABIDURÍA?
     





Al conocimiento se llega estudiando y a la sabiduría, sintiendo.
Es más fácil poseer conocimientos, ser instruido y versado en multitud de temas. Tener mucha información y datos con los que creemos dar soluciones y sentido a nuestras vidas. Nos solemos refugiar en la razón porque nos es más cómodo que atrevernos a sentir la propia experiencia en nuestras carnes.
Pero para ser sabio de poco sirven la razón, el intelecto y todo el conocimiento que pueda abarcar una privilegiada mente humana, sino se ha experimentado también ese saber y esa erudición, a través de los sentimientos.
Curiosamente cuanto más sabio es un individuo, más vacío y libre de datos y creencias está, vinculando su existencia al sentir más que al entender. Porque sabe que en el sentir está toda la sabiduría necesaria para él.
Sin embargo aquel que posee grandes conocimientos intelectuales y racionales, vive más alejado de su vida interior y más ligado y dependiente de las circunstancias externas de su vida. En definitiva no siente como debería porque piensa y razona demasiado.

Ellos se convierten en egocéntricos,  poco empaticos y altamente resolutivos y competitivos, lo que los distancia y aleja enormemente de su "alma femenina" (imprescindible para "sentir" la vida) y en consecuencia de sus compañeras las mujeres.
Ellas pierden la fuerza y la valentía femenina que consiste en, atreverse a cuidar de sí mismas y afrontar en soledad las facetas más trascendentales de sus vidas. Pues es la única manera de encontrar luego a un compañero válido y a su altura emocional para compartir sus pequeñas grandezas. Mientras no lo hagan seguirán dependiendo de la atención, cuidados o dependencia de un hombre roto emocionalmente que necesita "poseer", "manipular" o "maltratar" a una mujer para conectarse con su parte femenina y sentimental.

Margarita Basi.

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