lunes, 23 de marzo de 2015

                         


                               QUERER NO ES AMAR


                                    
                                   
"Amar es desear conocer y darnos a conocer a los demás sin restricciones, querer es desear cambiar lo conocido para hacerlo nuestro".

En la entrevista de la contra de la vanguardia del pasado viernes 20 de marzo, Fady Bujana explicaba entre otras cosas como las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres, devienen trascendentales y decisivas en tanto que dependiendo de la calidad y buena salud de las mismas, tendremos o no una sociedad libre de violencia, dialogante y solidaria con sus ciudadanos. 
También apuntaba como única responsable de el exceso de agresividad, frialdad, materialismo y falta de empatia social a la carencia de intimidad en las relaciones humanas.
Bujana afirma que el problema en las relaciones no está en la pasión, en la fuerza vital que es intrínseca a todo ser humano, más bien al contrario pues el ardor y motivación son imprescindibles para dar forma y poner en marcha nuestros deseos y acciones.
El conflicto aparece cuando quién ejerce esa pasión, no ha resuelto sus conflictos internos emocionales provocando entonces el desastre. Entonces la sociedad envía el mensaje de que la pasión es dañina para el individuo y para protegerlo de ella le convence de que ha de dejarse guiar desde la protección gregaria y educadora que ésta ejerce sibilinamente al conjunto social.

Mientras el hombre y la mujer no despierten del falso sueño controlador que ejerce la sociedad sobre ellos, no se darán cuenta de que son individuos libres y autónomos en pensamiento y obra, y que existen tantas creencias como personas habitan la tierra y que no existe una única verdad sino la de cada uno, y que ésta cambia y evoluciona continuamente a través de  nuestras experiencias. Por esta razón es de gran utilidad cambiar nuestras rutinas, relaciones, vivencias etc.... Pues nos hacen más flexibles y tolerantes a los cambios.  
Bujana nos dice que nuestra sociedad es un claro reflejo de esa falta de intimidad que existe entre nosotros. Y no la cambiaremos hasta que sintamos más miedo por el drama de vivir sin respeto hacia el otro y en una agresividad o manipulación continua, que por abrir nuestro corazón y nuestros verdaderos sentimientos en nuestras relaciones. 
La clave esta en relacionarnos desde la intimidad es decir; desde la humildad, la tolerancia, la libertad, la pasión ,la empatia y la introspección.
Y dejar de seguir comunicándonos a través de la conquista, la agresividad, la rigidez, la intolerancia, la frialdad, la ocultación de sentimientos, el victimismo o la manipulación.

Hasta ahora la mayor parte de la  humanidad se ha encadenado más que relacionado, porque nos hemos tratado como pura mercancía a la que se debe rentabilizar y hacer competitiva.
Las personas no deberíamos ser objeto de explotación donde lo más importante es el valor económico que  aportamos a la sociedad, y a partir de aquí otros están en su derecho de juzgar, medir y contabilizar nuestra eficacia o provecho según sus propios intereses. Pero lamentablemente esta es la realidad.
Un claro reflejo o descripción de lo que suelen ser las relaciones de pareja: Poseer al "amado" para satisfacer más mi propio interés que el mutuo.
Intimar y respetar es amar y nada tienen que ver con "querer".
Sabemos muy bien como querer, desear, anhelar, pretender, aspirar, ambicionar, decidir.... Pero muy pocos son los que saben amar ya que conocen muy bien la diferencia. 

Bujana es muy claro al respecto y acaba su entrevista con esta preciosa frase que resume por completo la totalidad del texto:

"Si aceptas que la base de cualquier relación es el conflicto y decides gestionarlo surge el respeto al otro, y eso significa querer conocerlo y darte a conocer sin restricciones".   

¿Alguien alguna vez se ha interesado en conocer tu verdadera intimidad: tus pasiones, anhelos, miedos, sombras, traumas, recuerdos infantiles; tu verdadera identidad?
¿Quizás no pudo hacerlo porque ni siquiera tu conocías tu propia intimidad?    
¿Has amado tu alguna vez a alguien así?  
¿Entiendes ahora mejor que pedimos y nos lamentamos por amor cuando no estamos siempre en condiciones de hacerlo?

Margarita Basi.     


  

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