APOLO
"Solo cuando Apolo es humilde y reconoce que no es tan perfecto, puede amar desde su corazón y no desde su mente".
Apolo; Dios de la destreza mental, armónico, estratega y superficial emocionalmente; prefiere la objetividad y el pensamiento desprovisto de emoción. El resto ni lo entiende ni quiere entenderlo.
Es negociador, corporativo, mental, voluntarioso, competitivo, nada beligerante sino especialmente diplomático, prudente y observador pero a la vez muy manipulador (sin que se note) y hasta hiriente en sus comentarios, si cree que alguien le cuestiona sus decisiones o presume que quiere dejarle en una posición que el considera para él inferior.
Este arquetipo piensa que posee la excelencia, la verdad y la razón, por lo que no lleva bien no ser el mejor. Es de aquellas personas a las que les cuesta mucho entender que existen tantas realidades y apreciaciones como personas hay en el mundo. Su mente privilegiada precisamente puede ser su mayor obstáculo a la hora de sentir la tolerancia y la flexibilidad mental.
Suelen hacer lo que las personas que ellos más admiran esperan de ellos, sin cuestionarse o preguntarse antes si aquello es lo que realmente ellos también desean.
En el amor Apolo valora más lo conveniente (es decir aquello que coincida con el esquema de prestigio y reputación social que él tanto admira), que sus propios deseos y anhelos más profundos.
Sin embargo suele sentirse atraído por arquetipos muy femeninos y sensuales como: Perséfone o Afrodita pero con quién un Apolo acabará casándose (porque el matrimonio al igual que para Zeus, es un acto de reconocimiento y ascenso social) será con Heras o Ateneas; perfiles más convencionales que aunque no les excitarán emocionalmente si les aportarán la imagen de seriedad y prestigio que tanto les interesa ofrecer.
Tan solo cuando Apolo sea humilde y reconozca que no es tan perfecto, podrá amar desde su corazón y no desde su mente.
Margarita Basi.
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