miércoles, 22 de abril de 2015

                                     

                                        DIONISIOS
                                   
    

Dionisios,  Dios griego del placer, del hedonismo, de la voluptuosidad, del desenfreno a la hora de  absorber los goces de la vida sin reparo alguno. También se torna místico y delirante cuando invadido por sus propios excesos y adicciones, sufre alucinaciones que a veces le llevan a descubrir el terror y la aberración de sus actos.
Su psicosis puede empezar cuando cree que se identifica tanto con elementos humanos como divinos y espera que los demás los reconozcan. Si no es así Dionisios puede enloquecer dejando de tener conciencia sobre lo que es real e imaginario.

Este arquetipo suele ser un individuo intenso, emotivo, inconstante, de humor cambiante. Dionisios representa el arquetipo del hombre que no desea crecer, del eterno adolescente.
Suelen ser hombres aniñados, infantiles y poco definidos sexualmente. Dionisios no tiene reparos en expresar su sexualidad también con hombres. (Esto no quiere decir que la mayoría de los hombres homosexuales tengan a Dionisios como arquetipo principal). 
Es un "Bon vivant", que gusta de la buena vida y sabe disfrutar de los placeres que ésta le ofrece sin reparos, sin importarle lo más mínimo el que dirán.
Absolutamente libre de prejuicios que le impidan gozar de su cuerpo y de los placeres más terrenales.  
Esta es su faceta más positiva.

Sin embargo en su aspecto negativo, Dionisios tiende a los excesos en todo lo que emprende: bien sea en su relación excesiva con la comida y la bebida, como la adicción al sexo, a las drogas, a las relaciones sentimentales que  las vive de forma posesiva y dependiente, etc...   
En casos muy extremos un arquetipo Dionisios aparece en aquellas personas que han perdido la poca conexión que les quedaba con la vida real y han creado otra, basada en una fantasía alucinógena que con el tiempo les puede llevar a cometer actos contra la vida de los demás o contra sí mismos.
Las mujer que más atrae a este arquetipo es: Démeter, ya que su perfil de  madre ante todo, acoge y alienta a Dionisios como lo haría con su propio hijo. Éste se deja querer ya que busca en una mujer, no solo la perfecta amante sino sobretodo la perfecta madre que cuide de él.
Ni Hera ni Atenea se fijarán en Dionisios. Hera porque necesita un marido que cuide de ella sobretodo en lo material y no al revés, y Atenea porque no encuentra en Dionisios a un rival que la estimule mentalmente e intelectualmente.

A Dionisios le conviene estar cerca de arquetipos muy mentales como Zeus o Apolo, que contrarresten su natural exceso de misticismo emocional, ayudandole a desarrollar una visión algo más racional,  mental y objetiva  del mundo.
Pero con quién Dionisios llegará a establecer una solida amistad será con Hermés. El Dios mensajero entiende perfectamente la faceta istrionica y desfasada de Dionisios, porque él habita los dos mundos; el mental y el emocional. 
El mejor que nadie no juzgará ni criticará con paternalismo y devoción moral, los actos poco convencionales o  inmaduros que Dionisios cometa. Si no que tratará de acompañarlo en sus horas más bajas cuando Dionisios caiga en el pozo del terror y sea devorado por sus propias alucinaciones, dándole su apoyo incondicional.   

Con Dionisios hemos acabado de explicar los arquetipos masculinos de las deidades griegas.
En el próximo blog comenzaremos a exponer los perfiles más característicos de los principales arquetipos femeninos. 

Mañana por ser la festividad de Sant Jordi, escribiré un articulo sobre este día tan especial, sobretodo para los lectores y escritores.
 

Margarita Basi.


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