jueves, 23 de abril de 2015





                          FELIZ  DIA DE  SANT JORDI      

                       

        

Antes de saberme escritora, cada 23 de abril solía pasear como tantas personas por las calles del centro de Barcelona, para respirar no solo el aroma a rosas que emanaba de cualquier esquina o rincón bellamente escogido, para exponer en él  este símbolo floral del amor primaveral, sino también para dejarme llevar por la avidez y curiosidad que despertaban en mí, la presencia en masa de tanta gente deambulando sin aparente rumbo fijo, entre cientos de puestos de libros que atesoraban por un día, toda la atención que hasta entonces apenas habían tenido. 

Ahora plenamente consciente de mi pasión y vocación por la escritura y obviamente por la lectura, aguardo ilusionada que llegue el día más grande para cualquier lector o escritor.
Pero no puedo dejar de pensar......

¿Realmente el día de Sant Jordi se venderían tantos libros si éstos no fueran acompañados de; la suave y cálida brisa primaveral; del agradable impacto visual que convulsiona nuestra retina al contacto de tantas rosas que inundan todas las aceras de nuestra ciudad; del confortable bienestar que nos invade sobre todo a las mujeres, cuando paseando por las calles teñidas de pétalos multicolor, nos regalan y ofrecen rosas por doquier; del "buen rollo" que  se siente entre el gentío porque este día ya nadie va acelerado ni con gesto alicaído o enfurruñado, sino todo lo contrario....?  

Quizás no. Pero que más da si con la excusa de celebrar el día del libro los catalanes y los que no lo son, por un día tenemos la oportunidad de dejar nuestras preocupaciones y rutina a un lado, para así desplegar nuestros cinco sentidos en todo su esplendor dejando que nuestra intuición, ingenuidad y espontaneidad infantil nos guíen con tan solo un objetivo común: disfrutar del momento.

Este es el mayor de los conocimientos que curiosamente no se enseña en los libros..... ¿O si?

Margarita Basi. 

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