jueves, 9 de abril de 2015

   


                                              HADES
                              
   
   
"Hades Dios del inframundo o del mundo subterráneo, representa la verdadera esencia del hombre; su inconsciente, su mundo interior y su alma".

Este arquetipo suele aparecer cuando un hombre recibe un duro golpe emocional y experimenta por ello un trauma,  que le obliga a adentrarse en su parte oculta y desconocida para replantearse cuestiones muy vitales y esenciales para él.
En este aspecto Hades inspira al hombre a crecer personal y emocionalmente, abriéndole las puertas de su hasta ahora cerrado mundo interior. Pero también le obliga a enfrentarse con sus sombras ocultas en su inconsciente, donde anidan la oscuridad y los monstruos de nuestros miedos.
Pero Hades no solo aparece de forma transitoria en los hombres en los que las circunstancias les obligan a hundirse en su inconsciente, también puede formar parte de un arquetipo fijo que muestra una personalidad muy introvertida, solitaria y psíquica.
Estos hombres suelen ser artistas, filósofos, terapeutas o personas con una vida interior tan rica que a penas necesitan el contacto con los demás. Por ello es fácil que, si no se esfuerzan en compensar esa tendencia solitaria con actividades que refuercen la comunicación con los demás, pueden acabar volviéndose huraños, egoístas e incluso volverse locos.
No son reactivos, no saben transmitir con facilidad lo que sienten ni las sensaciones que los demás les producen si no les preguntan, pero cuando alguien está junto a ellos, esa persona se siente vulnerable porque tiene la sensación de  que le están desnudando interiormente y conociendo sus secretos. Y así es, Hades tiene este poder.  
Sin embargo son personas muy creativas que detectan con gran facilidad el mundo emocional de las personas, quizás por ello son muy sensibles al contacto con otros, pues la mayoría de individuos no cuida su parte emocional y esta suele estar muy deteriorada. Pero un Hades la ve y la siente.
No se preocupan por su aspecto exterior ni el de los demás, tan solo valoran lo oculto y lo que  no se muestra al exterior.

La única forma de que Hades trascienda y no acabe sucumbiendo al exceso de soledad e introversión a la que tiende como arquetipo, es que conozca a una mujer Perséfone; ella le aportará por un lado inocencia, ingenuidad, alegría y dulzura pero por otro, la misma capacidad psíquica y emocional que Hades posee.
De esta forma a través de la femenina inocencia del arquetipo que representa Perséfone, Hades aprenderá a comunicar sus emociones y abrirse al exterior porque solo en Perséfone encontrará la comprensión y la complicidad psíquica que Hades necesita para confiar y dejarse llevar.
Es por tanto uno de los  arquetipos más bellos y profundos que hay, siempre y cuando encuentre a su Perséfone.  

Margarita Basi.


              
   

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