sábado, 22 de noviembre de 2014




                                   EL PODER FEMENINO QUE ESCONDE UNA GEISHA.


Hoy he leído un excelente artículo del Magazine de la Vanguardia titulado:" Geishas en el Siglo XXI". Mientras lo leía, antes de encontrar en él muestras de servilismo, desigualdad o machismo oriental, lo que he ido descubriendo nada tenían que ver con esos prejuicios que yo me había imaginado de antemano.
Poco o nada tienen que ver las Geishas de este siglo con las del pasado; para empezar estas mujeres llamadas "Geikos" estudian y se forman en las artes y en las ciencias más importantes como son: la música, la danza, la diplomacia, la economía y la política entre otros conocimientos, como la cultura milenaria japonesa y en protocolo y Relaciones públicas. Para conseguirlo estudian durante más de cinco años en una universidad que el gobierno subvenciona en parte. Mientras reciben estos conocimientos viven en las "casas de te" llamadas Ochayas, allí conviven con otras jóvenes aspirantes a Geishas y contribuyen al cuidado y mantenimiento de la casa, propiedad de una antigua Geisha llamada Okiya. Ésta será su madre mientras las Geishas vivan bajo su techo; les proveerá de todo lo necesario para su formación académica así como manutención, vestido, Kimonos, adornos etc...
Si las aspirantes llamadas también Maikos logran superar los difíciles estudios, así como el férreo y disciplinado protocolo de vida de una Maiko, ésta conseguirá su título de Geika o Geisha.
Entonces obtendrá la independencia necesaria para controlar y dirigir ella misma sus propias citas con sus propios clientes, incluso podrá adquirir un apartamento y ser absolutamente independiente y femenina.

Hay  cosas muy positivas en la figura de una Geisha:
-  Son mujeres que consiguen desarrollar plenamente sus valores e identidad femenina y al tiempo ser independientes económicamente. Esto es algo que muy pocas mujeres hoy en día pueden hacer.
- El Estado ayuda a que las mujeres que lo deseen adquieran unos conocimientos de excelencia en casi todas las ciencias y artes, convirtiendo a estas mujeres en personas muy capacitadas para desenvolverse sin problemas en la sociedad, acaben siendo Geishas o no.
- La sociedad facilita y ayuda a que las mujeres no pasen de la protección paterna a la de un marido directamente, sino que ofrece una segunda salida mucho más honorable y respetuosa para la mujer. Culturizarse mientras convive, aprende y se desarrolla como mujer junto con otras féminas.

Sin embargo "No todo es oro lo que reluce".
- Estas mujeres no continúan su actividad durante toda su vida, suelen retirarse hacia los 35 años, edad en la que su juvenil belleza empieza a decaer.
- Estas mujeres mucho más capacitadas que los hombres a los que sirven y distraen, no solo deberían cubrir el espacio de ocio y tiempo libre de estos hombres, sino que tendrían que estar en  los principales puestos de poder cultural, político, diplomático y económico del país. Por tener muchos más conocimiento de todas estas cuestiones que la mayoría de hombres en esos puestos.

Y por último decir que de nuevo, son la fragilidad, la sensualidad y la belleza algunos de los estigmas que lamentablemente tanto las Geishas como las demás mujeres, tenemos adheridos fuertemente a nuestro ser, cual polvo blanco que cubre el exótico rostro de las Geishas.
Así hemos decidido  aceptar e incluso desear, que antes de personas somos como Geishas; bellas, sensuales y serviles con grandes capacidades si cabe más valiosas que estas, pero que hemos escondido detrás de un maquillaje perfecto que no nos deja alzarnos más allá de ello y nos arrastra hacia una falsa identidad, que nos devuelve una y otra vez al mismo lugar del que no podemos o no queremos salir: LA INACCIÓN.