sábado, 11 de marzo de 2017




        ¿QUE DIRÍAN LAS AMAZONAS SOBRE         LA IGUALDAD?

Las amazonas, aquellas mujeres guerreras, amantes y chamanas. Existieron hace más de 5.000 años, abandonando la sociedad civilizada, que las sometía y privaba de libertad y dignidad como seres humanos, para construir otra más primitiva, pero afín a sus cualidades femeninas.

Para mi, la "igualdad" que actualmente la mujer sigue persiguiendo de forma tan estéril, me parece una auténtica patraña.
Yo no soy igual que tú, hombre. Mis deseos, anhelos, capacidades, y modos de sentir mi propia vida y entorno, son muy distintas a las tuyas.

Y en esa diversidad casi divina, se encuentra el punto de partida en el que tu y yo, iniciamos nuestro recorrido por la vida.

El machismo patriarcal nos está llevando a la destrucción de este mundo, en todos los sentidos. Porque tú hombre, te crees más macho, cuanto más espolias y desprecias las cualidades o dones distintos a los tuyos. Bien porque te pudieran hacer sombra, bien porque te aportan beneficios, que tu no devuelves.
También sueles perder más el tiempo, en elucubrar estrategias y dogmas con los que persigues el reconocimiento de la comunidad intelectual o política, más que el de solucionar graves y reales problemas de la sociedad.

Yo no soy así. Las mujeres y hombres de alma femenina, nos preocupamos más por el "cuidado" del ser, por la intendencia diaria, y por un vida ordinaria pero digna.  

Sin embargo tu, hombre, nos has hecho creer hasta ahora, que estos valores femeninos no solo eran inútiles, sino dignos de seres torpes, débiles y sin luces.
¡Y lo entiendo!
Porque mientras escribo estas lineas, ellas siguen buscando la "igualdad", mientras ellos se complacen por ello.


Margarita Basi.
  



  
  


miércoles, 8 de marzo de 2017


                           DIA DE LA MUJER

                      TRABAJADORA


Hoy es el día de la mujer trabajadora. Mi intención no es otra que la de recordar a mis compañeras mujeres, que la lucha por llegar a obtener unos derechos que aún no no son donados al cien por cien, por esta sociedad machista y patriarcal, es infructuosa y estéril.
Porque antes que exigir algo, hemos de saber bien que pedimos.

Y no es otra cosa que valores, actitudes, horarios, responsabilidades, tareas y demás exigencias, que nos alejan y destruyen nuestra feminidad.
No podremos nunca ser femeninas y coherentes con nuestros ideales, ilusiones, facultades y dones femeninos, tratando de ponerlos en práctica en una sociedad como esta. 

Hemos de apartarnos del patriarcado, desarrollando entre todas y todos ( aquellos hombres con energía femenina), una sociedad a parte, impregnada de nuestras cualidades femeninas.
Solo así podremos conciliar familia y trabajo. Solo así podremos cuidarnos y protegernos de la agresividad masculina. Solo así nuestros hijos no serán moneda de cambio con la que compensar unos divorcios o separaciones.

Pero las mujeres somos débiles y perezosas cuando preferimos nadar y guardar la ropa. Vivir sin ideales ejemplares que nos recuerdan nuestra parte divina. Y por tanto, nos convertimos en quejumbrosas victimas, mientras nos aprovechamos de los privilegios del rancio patriarcado.  

A vosotras mujeres que sois luchadoras y reivindicativas tan solo cuando os conviene. Os reto a que recuperéis vuestros ancestrales principios. Vuestra fuerza femenina auténtica. Y para empezar nada mejor que el ejemplo de algunas mujeres valientes, coherentes, libres e inteligentes.
Ellas acabaron suicidándose, porque su extrema sensibilidad e inteligencia no pudo soportar vivir en una sociedad aún más machista que la nuestra, donde las terribles guerras y genocidios acabaron por arrebatarles la cordura.

Mi homenaje en este día es para Simone Weill, Sylvia Plath, Alejandra Pizarnik y Virginia Woolf. Y tantas otras féminas que lucharon por sus ideales y principios hasta perder la vida en ello.
Tan solo les faltó haberse encontrado y haber puesto en práctica sus ideas.   

Ellas son mis heroínas y las mujeres a las que todas nosotras deberíamos leer y tratar de imitar.
Y dejar de parodiar y de estar tan pendientes del sexo masculino, al menos mientras no nos trate con el respeto y la dignidad que merecemos.   
Claro que esos valores antes se deben ganar.  


Margarita Basi.