lunes, 11 de septiembre de 2023


 

                SUPERVIVENCIA, SENTIDO DE IDENTIDAD, 

                         Y CONDICIÓN BIOLÓGICA


Para mi, hay tres condicionantes que hacen casi imposible la transformación cultural necesaria en nuestra sociedad para que los comportamientos machistas, sexistas, y homófobos... (en definitiva, todos aquellos actos perpetrados por personas que con sus acciones o palabras atentan contra la libertad sexual, especialmente de las mujeres y de todo aquel que no encaje en el prototipo "macho heterosexual") queden erradicados o al menos sean una sombra a penas visible en nuestras vidas.  

1- SUPERVIVENCIA: Mientras el ser humano nazca desprovisto de la seguridad y la certeza de tener asegurada, por el mero hecho de nacer humano, la supervivencia mínima para vivir dignamente, el hombre seguirá desplegando acciones viles contra quienes le resultan un obstáculo en sus objetivos, simplemente como forma de sobrevivir en un mundo que no entiende que nos hemos de proteger de nosotros mismos para no acabar devorándonos entre nosotros. Y la corrupción, la manipulación, el domino (a quienes están en inferioridad de condiciones) y la violencia seguirán siendo acciones cotidianas con las que el "dominante" continuará sometiendo a sus "víctimas" a través del chantaje consiguiendo, casi siempre, que las  "victimas" acepten el sometimiento injusto y vergonzoso, simplemente porque han de sobrevivir.

2- SENTIDO DE IDENTIDAD: Lo explico en mi libro "Feminismo Patriarcal". Este concepto tan subjetivo y difícil de abordar es sin duda la clave por la que nuestra cultura sige creyendo que el sexo de un ser humano lo condiciona a aceptar unas determinadas formas de comportarse, comunicarse, definirse y relacionarse en todos los ámbitos, y que difieren si se trata de un macho o de una hembra. Ni que decir tiene si un ser humano se define asexuado, ambivalente, o transgénero....  

El aumento de las transiciones que tantas personas deciden iniciar para cambiar de sexo es debida, en gran parte, al rechazo que todos nosotros como sociedad sentimos de alguna manera cuando nos vemos frente a frente con una persona de grandes pechos y barba. Y en lugar de verlo como lo que es "Una persona" como nosotros, lo identificamos como una aberración por no ser ni macho ni hembra. 

Nos vanagloriamos de ser liberales, tecnócratas, y ecologistas... Sin embargo, seguimos identificando y etiquetando a las personas por su identidad sexual y según sea ésta nos relacionamos de una u otra forma con ella. Este lastre cultural complica mucho la liberación feminista porque la radicaliza y a su vez da alas a los sectores homófobos y machistas de la sociedad.   

3- CONDICIÓN BIOLÓGICA: Cuando a alguien se le acaban los recursos y las evidencias, comienza a justificarse y después se vuelve hipócrita haciendo de ello su bandera. Somos vanidosos y poco humildes cuando no queremos ver, porque no nos conviene, una realidad evidente: nuestra condición biológica y mamífera.  

Una parte del feminismo rechaza que esa condición biológica sea más fuerte que la educación y la cultura. Creyendo que los comportamientos violentos y agresivos de los machos humanos se solucionan con educación. Sin embargo, aún no he visto al Estado cambiar los currículums académicos para hacer como asignatura troncal "Educación emocional masculina". 

Por otra parte aceptamos la muerte y violación de mujeres que cada año va en aumento, como algo sistémico de nuestra sociedad, sin tomar medidas contundentes ni agresivas. 

Creer que el ser humano no tiene una parte de su cerebro condicionada a su determinada condición mamífera, es un error de ego y de vanidad. Protegernos de nuestra biología agresiva y violenta es un acto de inteligencia y humildad , propio de la raza humana. El día en que tomemos medidas efectivas contra nuestra propia condición mamífera, nos alejaremos del animal que somos y nos acercaremos mas al ser inteligente y emocional que hay en nosotros.         


Margarita Basi

 

miércoles, 30 de agosto de 2023

 




                              MUJERES PRISIONERAS 

                         EN UNA  CULTURA PATRIARCAL




El caso de Jeni Hermoso ha conmocionado a todos los sectores de la sociedad haciendo emerger la gran hipocresía, corrupción, y machismo existente en el mundo del deporte, concretamente en el futbol.  

Voy a ir al grano y no voy a perder tiempo en repetir los hechos, conocidos por todo el mundo, así como las innumerables opiniones y consecuencias que este acto ha provocado.

Las mujeres estamos mucho más expuestas que los hombres a sufrir cualquier tipo de agresión sexual. Esto es un hecho estadístico. 

Cuando una persona ejerce hacia otra un acto de este tipo: tocamientos en su cuerpo, besos no consentidos, palabras vejatorias, amenazas, etc... HOY EN DÍA , está cometiendo un delito. Porque está tipificado en el código penal.  

Las personas que, ante estos hechos, tratan de desviar la atención hacia la víctima, justificando que el acto cometido fue mutuamente consentido y poniendo el foco en la actitud que mantuvo la víctima después de la supuesta agresión. Son simplemente unos ignorantes, machistas y probablemente narcisistas de manual.

La víctima, en la mayoría de los casos suele reaccionar ante estos actos de dos formas bien distintas: La primera, quedar en "shock" durante un tiempo hasta que con el paso de los días reacciona, al darse cuenta de que ha sido víctima de una agresión sexual. 

Segunda, no tener conciencia de que es una víctima de agresión y seguir con su vida como si tal cosa. Incluso podría continuar viendo a su agresor y recibir de éste, manoseos, tocamientos, etc.. Hasta bien podría sentirse cómoda con ello. Porque la cultura antigua y machista nos hizo creer a las mujeres que si un hombre te deseaba y te lo demostraba así, te daba valor como mujer.


UN DELITO NO DEJA DE SERLO A PESAR DE QUE LA VÍCTIMA DE ESE DELITO NO SEPA QUE SE HA COMETIDO UN DELITO CONTRA ELLA.  Y ESTO ES ALGO QUE MUCHA GENTE NO SABE VER. !INCLUSO LOS PROPIOS JURISTAS! (CASO "LA MANADA" 

!ACASO NO SE CONDENA A UNA PERSONA QUE AGREDE SEXUALMENTE A UN NIÑO QUE DESCONOCE QUE HA SIDO AGREDIDO! LA SOCIEDAD DEBE PROTEGER A LOS MÁS DEBILES SIN CUESTIONAR SU CAPACIDAD DE COMPRENSIÓN DE LOS ACTOS COMETIDOS HACIA ELLOS. DESPUÉS YA HABRÁ TIEMPO PARA CONCIENCIAR A LA VÍCTIMA, PERO SIEMPRE DESPUÉS DE CONDENAR A SU AGRESOR.  

NO IMPORTA QUE REACCIÓN TENGA O NO TENGA LA VÍCTIMA DE AGRESION SEXUAL. EL FOCO SIEMPRE DEBE ESTAR PUESTO EN EL AGRESOR. Y JAMÁS DEBERÍA CONSIDERARSE PRUEBA O AGRAVANTE LA ACTITUD POSTERIOR A LA AGRESIÓN QUE MANTIENE UNA VICTIMA. 

IGUALMENTE ES IMPERATIVO HACER UNA CAMPAÑA DE CULTURA Y EDUCACIÓN ETICA A TODA LA SOCIEDAD SOBRE ESTE TEMA. Y`POR SUPUESTO, TOMAR SERIA CONCIENCIA  PARA QUE CUALQUIER MUJER DENUNCIE, SIN DUDARLO, TODO ACTO  QUE VULNERE SU INTIMIDAD SIN SU PREVIO CONSENTIMIENTO.

 


Margarita Basi



sábado, 25 de febrero de 2023


 

                                                                      LA NIÑA


Una leyenda muy muy antigua explica que los niños y niñas eligen a sus futuros padres antes de nacer. Los sabios y chamanes de las sociedades antiguas sabían que todos venimos al mundo con heridas emocionales de vidas pasadas, y que solo nosotros escogemos el entorno familiar más adecuado para que nos facilite el aprendizaje con el que, si así lo decidimos, sanar nuestras heridas kármicas.  

Hay multitud de heridas, y una de ellas es el desamor propio. Que es lo contrario a sentir amor propio. Nacer con ese sentimiento hacia uno mismo supone poseer una gran fortaleza emocional y personal (porque según los sabios ancestrales, ningún ser humano recibe heridas kármicas que sus capacidades no puedan superar), pero a la vez "obliga" a ese niño, y después adulto, a experimentar el abandono, el rechazo, y la soledad, con las que tocar fondo con el fin de reinventarse y, por fin, amarse. 

Sin embargo, sino lo consigue puede caer fácilmente en relaciones de dependencia emocional, apegos, toxicidad relacional, o adicciones de todo tipo. O incluso, en el peor de los casos, el suicidio.    


Cuenta la leyenda que Alma era un bebe que nació con esa herida. Vino al mundo con dos vueltas de cordón umbilical alrededor del cuello, pero la pericia del médico en el momento de extraerla del útero materno, le salvaron la vida. Siendo aún un bebé de pocos meses, Alma sentía mucho miedo al oír voces extrañas, músicas siniestras o fuertes ruidos. Tampoco le gustaba la oscuridad, ni que la dejaran sola en el parque. 

Antes de cumplir los tres años Alma era una niña cariñosa, besucona, y algo traviesa, a la que no le importaba la mirada fría y distante que sus padres mostraban ante su arrebatadora energía vital. 

Pero un día, Alma noto por primera vez un pinchazo en el pecho cuando su madre la apartó  de su cuerpo, como ya había hecho otras veces, al tratar ella de abrazarla para llegar a sus mejillas y besarla. A partir de aquel día Alma comenzó a dejar de reír y se volvió una niña triste y arisca. Lloraba por todo, nada la satisfacía. Sentía tanta pena y rabia a la vez en su interior, que era incapaz de decir dos palabras seguidas sin ponerse a llorar. 

Su padre, que trabajaba todo el día, estaba demasiado cansado para prestarle atención y tampoco podía entender como su hija, que lo tenía todo, se mostraba tan poco complaciente y agradecida con ellos por haberle dado una vida cómoda y materialmente plena.

Alma creció sin un progenitor que la tocara, la abrazara, o simplemente le preguntara cómo se sentía, que era lo que le pasaba cuando se enojaba o lloraba de esa forma inexplicable. Sus padres y su entorno le enseñaron a que una niña que tiene la vida materialmente solucionada no puede sentirse triste, no tiene derecho a hacerlo porque es ser desagradecido. De echo le enseñaron a sentirse en deuda con el mundo, con todos aquellos que no tenían su suerte.      

Alma siguió creciendo y alimentando rabia, ira, soledad, y una gran pena en su corazón. Pero como decidió sobrevivir, porque era una guerrera, volcó todo ese dolor en seducir a los demás. Sería la amiga más fiel y simpática, sería la hermana más complaciente y divertida, sería la amante más fogosa y sensual, sería la trabajadora más eficiente y perfeccionista. Pero sobre todo, tragaría con las miserias de los demás para que la quisieran, y aceptaría una parte de culpa por haber nacido injustamente rica. Y Alma se olvidó de amar a su niña que empezó a morir.

Un día Alma se casó con un hombre que no la amaba (porque ella se odiaba) y solo la quería para ascender social y profesionalmente. Era un gran seductor por lo que no solo la enamoró a ella, sino a la familia de Alma que cayó rendida a sus encantos de vendedor de humo. 

Tuvieron dos hijos a los que él trató de separarlos emocionalmente de su madre, a través de menospreciarla delante de ellos y plantando así en los hijos, ese mismo sentimiento de desarraigo hacia su  madre. Uno de los hijos no sucumbió a aquella traición, pero el otro sí. 

Cuando Alma se dio cuenta de la situación se separó de su marido y buscó apoyo en su familia, pero ¿Cómo iba a encontrarlo? Su familia, en cambio, protegió y cuido del marido de Alma al que veían como "el abandonado" por la "oveja negra" de la familia "la rara"...

Allí empezó para Alma un proceso de sanación y de recuperación de su "niña interior", del que nunca acabó de curarse, pero sí consiguió con los años, aceptar su herida y blindarse de todas aquellas personas que no se alegraban de su nueva vida, de su nueva forma de comportarse, de ser. Y que no participaban de su alegría por cuidar de nuevo de su pequeña niña interior. 

Ahora Alma vuelve a sonreír, saca a bailar a su niña cuando nadie la ve, se ríe a carcajada limpia sin sentir las miradas reprobatorias de los demás, porque le importan un pimiento. Sabe alejarse de personas que la miran con envidia por tener la mirada limpia y el corazón contento, y juega y camina junto a personas que, como ella, son transparentes emocionalmente, fieles y buenas personas.

Mi más sincero homenaje, admiración, y amor incondicional, a todas las niñas y mujeres que, como Alma, han vencido su herida emocional y son ahora pequeñas luciérnagas que revolotean juguetonas y orgullosas disfrutando de sí mismas. Y comprendiendo que solo el amor hacia uno mismo posibilita el amor a los demás.


MARGARITA BASI