sábado, 2 de septiembre de 2017




                             NO HAY NI DEBEN HABER,

                             RAZONES PARA ESCRIBIR.    


Dice hoy  Carles Casajuana en la vanguardia, que "Lo que importa, al cabo, es que la novela haya sido escrita, no que llegue a ser leída, reseñada o celebrada".
Y yo entiendo al Sr. Casajuana. Él ha escrito once novelas, todas editadas, leídas, reseñadas y no sé si celebradas....
Es comprensible, que un escritor consolidado como él, haya olvidado a quienes son y serán escritores, tan o más válidos y creativos que él, pero que jamás verán como sus novelas son reconocidas por el gran público.
Nosotros, los anónimos escritores que en la sombra de nuestro refugio literario, escribimos sin más motivación, que la de no volvernos un poco más locos, o la de poder así dar un cierto sentido a nuestras vidas, o sentirnos elevados del suelo, cuando entramos en un trance que se apodera de nuestra voluntad, dejándonos a merced de una fuerza cautivadora, que nos arrastra a las profundidades de nuestro ser sin más objetivo, que el de sentirnos a través de las palabras. 
Yo sí creo que importa y mucho, que un escritor que siente así la escritura, sea leído y por tanto, publicada su obra. Otra cosa es que la edición, más negocio que vocación, y para nada ya un vehículo de  transmisión de  cultura, sea incapaz de poner como prioridad la expansión cultural, a los beneficios económicos que les reportan normalmente, los escritores reconocidos, leídos, reseñados y celebrados, como el Sr. Casajuana.

No es de "ego" de lo que hablo, ( algo que los escritores célebres sea merecido o no, poseen en gordo), sino de sentido común.
Una buena obra, merece estar al alcance del gran público, que necesita como todo ser humano, aprender, conocer, vibrar, sentir y emocionarse con su lectura. Porque al hacerlo, está motivando y alentando la sensibilidad y la creatividad del escritor.
Y así, el mero hecho de saber que su obra está en el mercado, aviva el ingenio del escritor, porque le otorga un reconocimiento. 
Del mismo modo, a más variedad de escritores publicados, más crecerían los lectores. 

Para finalizar tan solo apuntar al Sr. Casajuana, dos cosas:
Una, del mismo modo que por muchas metas que uno se proponga, la vida se encarga de cambiarlas a su antojo, y no por ello ésta pierde su sentido. También la escritura nos lleva a veces, donde uno no desearía haber anclado nunca, pero esa es precisamente, la   belleza y misterio de esta vocación.
Dos, ante las preguntas que el Sr. Casajuana se plantea: ¿Merece la novela ver la luz? ¿Que sentido tiene añadir una más?  ¿Es de verdad tan trascendente lo que uno quiere contar?
Quizás él puede cuestionarse algo así, porque su ego está bien henchido de reseñas y publicaciones....
Y probablemente por ello, no sea capaz de comprender que un buen escritor no busca trascendencia ni reconocimiento de la comunidad literaria e intelectual. No. Al menos la mayoría.
Lo que desearíamos es tan solo,  poder hacer llegar al máximo número de lectores nuestras obras. Nada más.


Margarita Basi.