jueves, 27 de septiembre de 2018



                  
                                           LAS MUJERES Y EL MACHISMO




                
Es cierto que el machismo es la consecuencia directa de la cultura patriarcal dominante y violenta creada por los hombres a través de la historia de la humanidad. Sin embargo, es evidente también que quienes se han encargado de consentir y transmitir dicha cultura y educación, han sido las mujeres. Ellas son quienes a través de la maternidad sobre todo, enseñan comportamientos, actitudes y reacciones a sus hijos muchas veces inconscientes, que aprendieron de sus madres y éstas de las suyas, con las que ayudan a mantener y a consolidar el machismo en nuestra sociedad.
Y esto ocurre porque muchas mujeres no se atreven a abandonar "el estado de bienestar" con el que el patriarcado sigue protegiéndolas, por seguir considerándolas ciudadanos de segunda clase. Y en parte son las mujeres las únicas responsables.
Porque algunas de ellas actúan de forma sumisa, débil, sufridora, perezosa e interesada, cuando lo que está en juego es mejorar su estatus en general. 

¿Y como lo hacen? Permitiendo que un hombre:
- Las ampare económicamente simplemente por cuidar de él y de sus hijos.
- Las menosprecie públicamente o en privado sin reaccionar de forma hostil, si no más bien sacando importancia al asunto.
-Permitiendo que el hombre las valore por su capacidad o no de darle cualquier tipo de placer, y no por otras cualidades.
- Las llegue a maltratar psíquica o físicamente.

Hay otras formas de consentir el machismo mucho más sutiles y hasta perversas, porque están maquilladas de virtuosismo con el que tapar mezquinas acciones que constatan la inferioridad, que muchos creen tienen aunque no se atrevan a  admitirlo, las mujeres frente a los hombres. 

De poco servirán las medidas legales en una sociedad machista que no sabe que lo es. Primero habría que aceptar nuestra responsabilidad para luego cambiar y evolucionar en nuestros prejuicios y creencias, que no pueden desaparecer así como así después de tantos años de ejercerlos con cuatro leyes y un par de anuncios en la televisión.
Los verdaderos cambios requieren de un profundo y humilde examen de conciencia personal, que todos y todas estamos obligados moralmente a hacer. 


Margarita Basi.