martes, 20 de octubre de 2015

 

                     AMAR ES MÁS QUE UN SENTIMIENTO,

                            ES TAMBIÉN UNA DECISIÓN.      


Una vez ya pasados los estertores y fogonazos del enamoramiento, una pareja o se disuelve o continua su relación en una dimensión muy diferente. 

Si prosigue con la relación aquel idealismo y magia inicial se convierten poco a poco en valores más terrenales, prácticos y necesarios para iniciar una convivencia. 

Poco a poco dejamos atrás sentimientos, sensaciones y emociones que podían ser nihilistas, pero que nos elevaban más allá de la mediocridad y de la rutina, dejándonos libres para sentir más que para pensar. Este estado de paz y de embelesamiento, no deja lugar alguno para la manipulación, los intereses, las hipotecas compartidas y ni mucho menos para el matrimonio.

En mi opinión veo más casos de verdadero  amor en estas primeras fases de una relación sentimental, que en las siguientes.

No es amor verdadero ni una relación de compañeros que se aprecian, ni una relación basada en el sacrificio de una de las partes, para así poder mantener el vinculo, ni tampoco una pareja que comparten sus capacidades intelectuales y eso les motiva a continuar. Evidentemente no hay mucho amor en una relación que se aguanta por intereses económicos o emocionales. Y éstas son las más habituales por desgracia.

Pero tampoco hay verdadero amor en una relación que después del enamoramiento, no toma una decisión libre y madura. Y queda atrapada en el cielo de cupido, para no darse de narices contra el suelo terrenal, donde la mayoría de mortales destruyen el amor inicial banalizándolo y cosificándolo.

Estos tienen miedo. Son demasiado idealistas o temen volver a sentir el mismo rechazo que sintieron antaño, por quienes más amaron; sus padres.

Existe un término medio también en el amor. Solo quienes entienden que el amor no crece ni en la tierra ni en el cielo, tienen una posibilidad.
¿Donde está el verdadero amor?
 En las personas, en su interior, en su capacidad de empatía y de libertad. Pero para conseguir darse cuenta de ello, hay que pasar una prueba definitiva.
Aceptar nuestras debilidades y vulnerabilidades. Liberarnos de ellas de forma que cuando pensemos en ello, no sintamos más rencor o dolor. Y finalmente tomar una decisión; querer amar y comprometernos con nosotros mismos, no con nuestra pareja. Porque el o ella son libres como nosotros. Cada uno es responsable de si mismo, y esa responsabilidad luego revierte en la pareja, haciéndola más fuerte pero más libre.

"No amas de verdad a nadie por sus cualidades o defectos, sino por tu voluntad de elegir libremente hacerlo. Ese es el auténtico poder del amor real". 

Margarita Basi.   

martes, 6 de octubre de 2015


                                                        AMOR COSIFICADO
                                      AMOR DESNATURALIZADO.


Este pequeño artículo se lo dedico especialmente a un lector anónimo, que ha reservado algo de su valioso tiempo, para darme su opinión sobre mi último artículo.
Desde aquí mi agradecimiento más sincero, primero por leer mi blog, y segundo por compartir tus ideas conmigo y con los demás lectores.
Ya que no se donde escribirte, aprovecho este medio para hacerlo.
La experiencia que me explicas es muy interesante. 

El amor es básicamente energía, y como tal crece o entra en declive no solo por la calidad de la propia, sino sobretodo por la interacción de ésta con la de los demás. En este caso nuestra pareja.

Mantener un estado compasivo, creativo, emocionalmente maduro y sexualmente sano es ya difícil, pero imagínate encontrar a alguien que no solo sea así, sino que además, se  sostenga así en el tiempo indefinidamente.
Ahora bien, si entendemos por amor, sentirnos más bien que mal junto a alguien por el que ya no sentimos tanta atracción pero nos compensa con otros valores; su intelecto, su liderazgo, su cartera, incluso su bondad. Entonces sí podemos amarnos así hasta que la muerte nos separe.          
                                                    
Para mi el amor verdadero es el primer ejemplo. No es idealista, es posible llegar a él, pero muy pocos lo consiguen. 
Porque para sentir y vivir un amor verdadero, has de sentir y ser de una forma poco convencional, que como tu decías muy bien no cosifique los valores más emocionales de la persona transformándolos en bienes materiales.
¿Quién quiere vivir un amor desapegado, libre (pero fiel), apasionado, responsable de sus emociones. Que sabe que para sentir como el primer día durante toda la vida, solo hay un camino;  dejar libertad a su pareja y exigirle que se responsabilice de su vida igual que yo lo hago con a mía?
Casi nadie.  Porque nos han enseñado a poseer y a "dar a cambio de".
Cosificarlo todo hasta el amor. Y lo más triste es que la mayoría de las personas creen que el verdadero amor es esto. 

Que se difícil amar verdaderamente no significa que el amor así no exista. 

Gracias.

Margarita Basi.    

lunes, 5 de octubre de 2015


                             EL PARADIGMA DEL AMOR


 Nunca he creído que el amor de pareja fuera un cúmulo de acciones destinadas a favorecer más, a un vinculo tangible como el  social y económico, que otro intangible como las emociones y los sentimientos. Ni algo tan retorcido que se sirviera de estos últimos para conseguir intereses más mundanos e instintivos y no por ello menos humanos. Pero al fin y al cabo que nada tienen que ver con el verdadero sentimiento del amor.
Sin embargo y aunque lo que vaya a decir ahora retuerza vuestras entrañas, la mayoría de relaciones sentimentales que existen, tienen más de tangibles que de intangibles. Es decir que se construyeron probablemente  con sentimientos, pero que más tarde se mantienen con valores e intereses menos románticos y más pragmáticos, que destruyen automáticamente los primeros.  
¿Y en que me baso para decir algo así?   
En la experiencia. Mientras el matrimonio siga siendo el modo más común y demandado por las parejas para demostrar al mundo su "amor", seguiremos perpetuando la idea principesca y culturalmente judeocristina, de que el amor es un contrato y no un sentimiento vulnerable y con fecha de caducidad. Pero esto ultimo no es tan rentable.
Lo que me sorprende todavía, es la hipocresía de las personas que intentan excusar sus irresponsabilidad o inmadurez emocional, aumentando la carga material y mundana de su relación de pareja.
Es decir; yo no comparto mi vida interior contigo, a veces te desprecio, te intento manipular, te engaño..... Pero comparto contigo mis importantes amistades, mi cuenta bancaria, mi casa y todo aquello que se puede tocar y contar. 
Y yo aunque si comparto mis sentimientos contigo, te ofrezco mis cuidados y atención continua, para cuidar de ti y de tus hijos ( a veces no son míos) porque en contrapartida acepto que me maltrates un poco,  a cambio de sostenerme económicamente y emocionalmente.  

Así es como la mayor parte de las parejas, sostienen su vínculo y su unidad. Porque nos han hecho creer que la madurez sentimental consiste en mantener ese vinculo por encima de cualquier cosa. Eso es amar. ¡Falso!
Por esta razón y porque eso es imposible, las parejas que piensan así, deben agarrarse a lo tangible, pesado, mundano, frío y duradero, pues una pareja unida tan solo por un puro sentimiento y una compenetrada energía sexual, tocaría el cielo y sería muy feliz, pero no lo  podrían mantener intacto durante años y años.

La verdadera madurez emocional y sentimental, es aquella que tiene la sabiduría, seguridad, confianza, valentía y humildad, para saber que al amor hay que ir desnudo, sin corazas y sin expectativas. Sin maletas, sin etiquetas, sin prejuicios. Hay que ir solo a amar. El tiempo, mi ego y mi experiencia pasada, no valen nada, solo entorpecen al amor.
Ser independiente y auto suficiente en lo tangible y mundano, me hace maduro y responsable a lo intangible y mágico. Al amor. 


Margarita Basi.
  

lunes, 28 de septiembre de 2015



                          RELACIONES NADA CUÁNTICAS.

                          RELACIONES A DISTANCIA.

                           ( TERCERA PARTE Y FIN).

Colocarnos a una distancia prudencial de una buena hoguera, es muy confortable y cálido. Pero aproximarnos demasiado a ella no solo es desagradable, sino que puede quemarnos y dañarnos.

En las relaciones personales y sobretodo las sentimentales o amistosas, ocurre exactamente lo mismo.
A parte de las personas que somos valientes y más o menos torpes, pero que nos movemos sin miedo en el calor de los sentimientos, quemándonos unas veces pero otras, sintiendo también el placer y confort que éstos nos proporcionan. Existen otras menos osadas pero muy mañosas y perfeccionistas, que nunca se acercan al ardor y pasión, que también provocan los sentimientos,  por temor a a que éstos acaben haciendo cenizas su  brillante coraza racional.  

Estas personas muestran varias maneras de relacionarse.
 Pueden tener parejas convencionales con las que conviven, o  pueden incluso mantener una pareja (y ser ésta la única), con la que comparten sexo y amistad un par de veces al mes. 
Hay miles de combinaciones posibles en las que poder elegir. 
Pero el único denominador común en todas ellas es, la falta de sentimiento emocional y por tanto la nula capacidad de expresar sentidamente, emociones y sentimientos. 
Porque una cosa es hablar de ellos en tercera persona, como quién cuenta una película o novela, y otra muy distinta es  tener la generosidad, la humildad  y la valentía, de compartir sensaciones tan profundas, íntimas y humanas con aquellos a quién amamos. Sean amigos, parejas, familiares o a veces personas anónimas que pasan por nuestras vidas temporalmente, brindándonos este regalo que es el mejor desahogo para el alma.

Hace una semana harta y cansada (había llegado el momento) de seguir alimentando una relación nada cuántica, decidí ponerle fin.
Lo conocí hace dos años y desde el principio de la relación, nos vimos cuatro o cinco  veces. Él me avisó de que no deseaba ninguna relación seria y que requiriera verse a menudo. Yo acepté porque una negativa era siempre estimulante para mí, además me parecía una buena persona, misterioso y muy atractivo.
Más tarde fui descubriendo que el enigmático magnetismo que emanaba a través de sus ademanes, así como su conversación pausadas y exquisita, eran tan solo la expresión que camuflaba una inquietante y profunda tristeza, pena y casi depresión. Causadas por un divorcio traumático.  
Después de casi dos años, por fin vi claro el sin sentido de aquella relación. No solo por el casi nulo interés de él por conocerme, estar conmigo, compartir algo más que un té y una conversación informativa sobre la actualidad en el mundo. Sino por su incapacidad egoísta, miedosa, inmadura....  de establecer en esos breves y escasos momentos juntos, una conversación más profunda.
Me di cuenta de que del mismo modo que él tenía derecho a no abrir conmigo sus emociones, yo también lo tenía al querer hacerlo.
Así se lo hice saber y él perplejo, me contestó que no entendía porque yo le pedía más, cuando él solo quería tener conmigo UNA RELACIÓN A DISTANCIA. 

A mi me causan más miedo e inquietud las personas cerradas a expresar y compartir no solo datos, sino lo que esos datos les hacen sentir, que aquellas que a veces de una forma atolondrada, torpe pero sincera y humana, tienen la generosidad y la humildad de corazón de invitarnos, por un momento  a entrar en su mundo interior. 
Gracias a todos aquellos hombres y mujeres, que me habéis conmovido e ilustrado con vuestra generosidad emocional y sentimental.     

Margarita Basi.  
       

miércoles, 23 de septiembre de 2015


                            RELACIONES CUÁNTICAS

                            CON CEREBRO Y CORAZÓN.




Somos Logos y Eros, encerrados en una psique que obliga a ambos a entenderse. Porque de no hacerlo el ser humano sufre y hace daño a  aquellos con los que se relaciona.
La mayoría de los mortales escogemos uno de ellos para que domine sobre el otro a la hora de relacionarnos, y así no tener que gastar demasiada energía, valor y humildad para comunicarnos.
Solemos escoger a Logos. La razón, el intelecto, el pragmatismo y la objetividad porque son cualidades seguras y estratégicas, que blindan nuestro sensible y bello Eros de cualquier flecha que cupido tenga a bien lanzarnos. 
También nos mantiene fríos y distantes de las emociones y sentimientos ajenos. Mirándolos de reojo pero sin clavar la vista en ellos, para no dejarnos unas veces seducir, y otras sufrir algo de amargura, que toda vida sentida lleva en su interior. 

¿Pero como va a permitir logos con su brillante armadura, dejarse vencer por el instintivo  y escurridizo Eros? El que te lleva al cielo el mismo día en que te hunde en el infierno. 

Un gran filósofo del que no recuerdo el nombre, dijo que una vida que no aporta trascendencia a un individuo, no merece ser vivida.  

Trascender no solo es aprender y acumular datos, información y experiencias vacuas. Para trascender, uno ha de ser conmovido, retorcido, vapuleado, seducido, amado y vencido por las emociones y sentimientos, no solo propios ( cosa que sería algo egoísta), sino de aquellos con los que se relaciona.
Después, solo él decidirá si hundirse en adictas y dependientes relaciones, en amores platónicos, en relaciones de poder y manipulación. O resurgir como el ave Fenix; sabio, humilde, libre y dispuesto a ofrecer su vulnerable, intimo y bello Eros a todo aquel que esté dispuesto a recibirlo.   

En el próximo artículo y último de las relaciones cuánticas, hablaré de un ejemplo de relación nada cuántica.


Margarita Basi.            


lunes, 21 de septiembre de 2015

                 

                            RELACIONES CUÁNTICAS

                                 (SEGUNDA PARTE).


Las relaciones cuánticas son aquellas que ocurren cuando dos personas al relacionarse, tienen la suficiente seguridad y confianza en sí mismas, como para abrir y desplegar todos sus sentidos ( no solo la razón), y dejarse conmover por el discurso y el  diálogo mutuo. 
Y esto es así porque ninguna de ellas temen, ni se protegen, ni blindan su sensibilidad hacia el otro, ya que saben que es precisamente esa actitud, la que evitará ser devorados o manipulados por un discurso egocéntrico, simplista u opresivo y del mismo modo, les mantendrá permeables hacia otro dialogo emotivo, sincero, humilde, sabio y respectuoso.  

Desde la Grecia clásica de Sócrates y Platón, hasta justo antes de la revolución industrial, el ocio, tener cubiertas las necesidades básicas y el choque cultural existente, bastaban  para crear la atmósfera necesaria que propiciara un buen diálogo discrepante, que es en definitiva, el mejor enriquecedor de almas.  
Hoy día, faltos de ocio (y no porque no lo  haya, sino  porque no sabemos disfrutarlo ni apreciarlo), de un mínimo bienestar económico que tiene su origen en las cada vez más grandes diferencias económicas y de rentas entre los individuos. Tan solo nos queda el choque cultural, al que vemos más como una amenaza, que como un referente que nos ayuda a evolucionar culturalmente.

No son buenos tiempos para la cuántica relacional. La frialdad, la razón unilateral y la falta de compasión y sensibilidad de todos nosotros en nuestras relaciones, han extendido unos tentáculos   demasiado poderosos como para romperlos fácilmente.

¿Confías en ti, tienes seguridad y una alta autoestima que no es tan orgullosa como humilde? 
¿Sientes un gran respeto y avidez por conocer y sentir las emociones de los demás cuando conversas con ellos, por más simple e intrascendente que te parezca el discurso a primera vista?  

Hay mucho más que aprender en las personas, que criticar o censurar en ellas. 
Solo hay que mostrar nuestra creativa emocionalidad en todo cuanto decimos y hacemos.

En el próximo artículo la tercera parte.

Margarita Basi.   

 

viernes, 18 de septiembre de 2015


                    LA CUÁNTICA DE LAS RELACIONES






PRIMERA PARTE

De la misma manera que necesitamos comer para vivir, deberíamos tragar y absorber con la misma devoción y placer, las emociones que llegan a nuestro estómago y los sentimientos que a veces devoran nuestro corazón.
Pero son aún muchas las personas que  se asustan por sentir pena, dolor, placer, amor, compasión, ira... Y cualquier emoción o sentimiento por puro miedo y hasta terror a perder el control y a sentirse vulnerable.    
Sin dolor no hay placer, sin hundimiento no hay renacimiento y sin sentimiento ni emoción no hay vida plena, sino una rutina llena de etiquetas y prejuicios totalmente predecible y confortable pero vacía. 
Estas personas viven desconectadas de sus emociones y sentimientos, que al fin y al cabo son los únicos que te conectan con tu verdadero ser y alma. Y han conseguido hundirlos en un fango espeso y maloliente que los mantiene a raya de su vida cotidiana. 
Ellos crees que son felices porque su inteligencia intelectual (suelen ser personas más racionales que emocionales), ha construido un mundo a su justa medida, lleno de pragmatismo, objetivismo, competitividad, materialismo, adicciones ( una muy común es,al trabajo) y prejuicios.
Estas personas no pueden entender que hay tantas formas de ser en ellos mismos, como sean las veces que se relacionen con otras personas.
Es decir quién vive fuera de sus emociones y dentro de su razón, no entienden ni aceptan, no solo su vulnerabilidad y emocionalidad, sino tampoco la de los demás y sobretodo, la fuerza cuántica y casi mágica que se ejerce entre dos o más personas, cuando liberan y comparten entre ellas todo su potencial humano. Haciendo que en ese encuentro ya nada sea como antes de compartir sus vivencias, porque ya serán distintos para siempre y así sucesivamente.  

Yo tengo siempre presente, que pertrechados en la rigidez y en la soberbia egocéntrica heredada del patriarcado rancio y desfasado ya hoy día, nunca podremos desarrollar todo nuestro potencial, así como no conseguiremos sobrevivir a esta nueva y futura sociedad, que tenderá cada vez más a poner a prueba y a llevar al límite a quienes no reconozcan de una vez, la cuántica de las relaciones.
Solo limpiando los traumas del pasado, los individuos y por tanto las sociedades podrán tender una mirada compasiva, solidaria y cooperante al resto de la humanidad. Porque los valores y discursos conquistadores, reduccionistas y en exceso competitivos ya no serán rentables ni seguros.

"Somos en gran parte, el resultado de la interacción de los demás en nosotros".
Si esto es así; ¿No deberíamos cuidar, proteger y respetar mucho más esas relaciones?

Margarita Basi 
   

miércoles, 9 de septiembre de 2015


               SEXO Y DINERO, PRINCIPALES APEGOS.


Siguiendo con el último artículo que escribí hace un par de días, os doy mis razones por las que creo que las mujeres, siguen aún más dependientes de sus propios apegos femeninos que los hombres de los suyos:

Ellas siguen creyendo que el amor que sienten lo puede todo.... Puede cambiar el carácter gruñón, posesivo, irascible, infiel.... de su amado. Ellas lo pueden cambiar..

Ellas continúan pensando que necesitan un padre conviviendo con ellas y sus hijos, pero no porque sean felices junto a él, más bien porque no conciben otras opciones de crianza y convivencia, más saludables y adecuadas para ellas y sus hijos, teniendo en cuenta los cambios sociales que se darán en un futuro.

Ellas siguen sintiéndose vulnerables al amor y en su etiquetado cerebro se puede leer , marcado a fuego: "Lo dejaría todo por amor". Así es como piensan que su sofisticado y sensible mundo emocional, necesita el equilibrio racional y pragmático de un hombre para mantenerse estables.
Pero yo creo que ese razonamiento esconde otra causa: el miedo y cobardía femeninos a vivir solas sin un varón en casa.

Y por último, ellas mantienen la creencia de que sin un hombre a su lado, perecerían, fracasarían o simplemente tendrían una peor calidad de vida. Así que prefieren malvivir (algunas) de otra manera, pero conservar el tren de vida que hace que a ojos de los demás, parezcan felices, exitosas y satisfechas.

Muchos hombres ya no quieren repetir convivencia con sus parejas, después de haber soportado un largo matrimonio y penoso divorcio. Y son felices viviendo  solos o compartiendo hogar con algún amigo, o familiar. Han aprendido a ver que en la vida hay muchas cosas que llenan el espíritu y el alma: los hijos, los padres, los amigos, la vocación, el altruismo....
Y que el amor romántico es un bien muy preciado, que la mayoría de veces va y viene a lo largo de nuestra vida.
Lo excelente y mágico no está hecho para ser retenido ni poseído entre cuatro paredes, porque se asfixia o enferma más fácilmente que otros bienes más mundanos.  

A las mujeres en general, nos cuesta un poco más ver las relaciones amorosas de esta manera.
Quizás porque llevamos muchos siglos soportando injusticias, dolor, miedo y esclavitud. Y tan solo un siglo de aparente igualdad entre nosotras y ellos, gracias a que muchas de nuestras antecesoras dieron sus vidas para que ahora nosotras disfrutemos de mayor dignidad  y cierta libertad. Pero ésta  no es más que ficticia.

Creo que es hora de hacernos algunas preguntas:
¿Es esto suficiente? ¿Realmente vale la pena que las mujeres sigamos trabajando tan duro? ¿Estamos satisfechas de nuestras vidas?
 ¿Estamos unidas las mujeres, trabajamos en grupo para construir otra sociedad menos patriarcal, así como riqueza y prosperidad a nuestra manera y conciencia femenina? 

Margarita Basi.  

lunes, 7 de septiembre de 2015


     SEXO Y DINERO; NUESTROS PRINCIPALES APEGOS





Aunque nos parezca haber evolucionado y cambiado nuestros ancestrales apegos y más primitivas dependencias y pulsiones, éstas siguen aún muy vigentes en nuestras vidas, casi como en la prehistoria. Son el sexo y el dinero.
Sí que han variado los escenarios, la cultura, la tecnología, etc... Pero estos  impulsos primarios que tanto al hombre como a la mujer nos ayudaron antaño a mantener nuestra especie con vida y a perpetuarnos hasta hacernos los más fuertes e inteligentes de nuestra raza humana. Se mantienen intactos en lo más profundo de nuestro cerebro reptiliano, y mientras allí sigan continuaremos repitiendo los mismos esquemas de comportamiento que ahora sí, interfieren en la buena evolución futura de nuestra especie.
La dependencia sexual del varón y la económica de la mujer, siguen frenando las buenas relaciones entre ellos y por tanto la mejora de nuestra especie.

Lo que hace miles de años eran apegos necesarios para el equilibrio de nuestra raza, ahora no solo ya no sirven, sino que obstaculizan una correcta evolución natural. Porque nuestro entorno, tecnología, ambiente, ciencia y sociedad, están cambiando a marchas forzadas y empujan cada vez más, a que nuestras conductas primarias se transformen en otras que nos permitan seguir creciendo de forma más autónoma y libre. 

Creo que en un futuro no muy lejano, el poder económico estará también dentro de grupos femeninos muy bien organizados y hermandados. Creando un tipo de riqueza sostenible y solidaria y no por ello menos competente. 

El hombre ya no se unirá una mujer para crear núcleos familiares estables y perpetuos o simplemente formar familias, una detrás de otra por cada divorcio que tenga. Tampoco lo hará para poder tener relaciones sexuales con periodicidad, porque ese tabú ya estará resuelto y la libertad sexual de cada uno ya no estará condicionada a la maternidad, al tipo de familia o al estatus social. 
Otra causa de estos cambios culturales y sociales será que al haber aumentado tan  peligrosamente la población mundial y al tiempo, crecido  la pobreza y la diferencia entre ricos y pobres, tan solo unos privilegiados seguirán concibiendo, pero el resto de la población no podrá hacerlo.  
Por estas razones las necesidades familiares hasta ahora conocidas, cambiarán drasticamente provocando unos  cambios de hábitos.

Uno de ellos será que las mujeres ya no buscarán un hombre para formar su nido y crear su prole. Las mujeres que puedan y quieran ser madres lo harán pero independientemente de si tienen o no una pareja sentimental. Y esto no será ya una excepción.
Al darse cuenta las féminas de que los hombres ya no las necesitan para crear sus familias, éstas habrán de cambiar sus estrategias hasta ahora conocidas por otras más competentes y realistas.

El varón consigue variedad sexual tan fácilmente como clikar varias teclas en su ordenador. No puede establecerse en familia porque está constantemente en movimiento, los empleos son escasos y efímeros en el tiempo, así como el sueldo.   
La mujer para prosperar en este nuevo ambiente social necesita el apoyo de otras mujeres. Por varias razones; sienten y piensan con los mismos valores femeninos, unidas y no enfrentadas consiguen la fuerza necesaria para independizarse del varón y de sus leyes patriarcales y lo mejor de todo, ni el desamor, ni la infidelidad sexual, ni los malos tratos romperán nunca esa unión.
Ofreciéndoles una seguridad y una tranquilidad que antes no tuvieron junto a una pareja sentimental. Ni ella ni sus hijos sufrirán las consecuencias económicas, sociales y emocionales que una separación sentimental provoca en una familia convencional.

La mujer del S. XXI habrá entendido por fin, que enamorarse y amar a una pareja, casi nunca es posible hacerlo durante toda nuestra existencia. Por ello sabe que lo mejor para ella no es hipotecar su vida personal al completo en alas de su "Amor".

Tanto la mujer como el hombre del futuro son libres desde sus cunas, porque son educados por hombres libres que no dependen ya de féminas dependientes a la vez de ellos, y por tanto enseñan a sus hijos una nueva forma de relacionarse y de evolucionar como personas, libres de apegos y dependencias ridículas y anticuadas.

En esta visión futurista de las relaciones entre hombres y mujeres veo más preparado a l hombre que a la mujer.......

En el próximo artículo explicaré porqué.

Margarita Basi.    

sábado, 5 de septiembre de 2015




                                LIMPIANDO MI WHATSUP


Limpiamos nuestros hogares, nuestros cuerpos, nuestras ropas, y de igual modo renovamos también nuestros roperos, imagen personal y la decoración de nuestras casas.
Es lógico que también hagamos lo propio con nuestras relaciones personales.
Hoy día, una de las herramientas sociales que mejor nos sirve de guía para establecer contacto con nuestros amigos en general, es sin duda whatsup.

Quién no ha ido cientos de veces a esta aplicación en los momentos en los que; esperando el menú en un restaurante, o en la consulta del médico, o simplemente matando el tiempo en el sofá de su casa, buscaba como entretenerse.
Este verano en el que he tenido mucho tiempo para desconectar, relajarme y pensar, he caído en la cuenta de que en mi whats aparecían personas a las que no había visto en casi un año o más.
Entonces me hice la siguiente pregunta: ¿Que necesidad tengo de mantener a esas personas en mi movil. Ver sus caras, las de sus hijos o sus mascotas? Ninguna, me dije.
Del mismo modo que retiro un enser de cocina que ya no utilizo porque me ocupa un espacio que necesito, o simplemente me libero visualmente de algo inservible. No son las personas inútiles, lo son algunas relaciones que mantenemos con ellas.
Decidí borrar esos contactos y bloquearlos. Pero no todos.

La semana que viene me he citado con una de esas personas que ocupan un espacio ya inútil en mi vida, y lo más probable es que yo haga lo mismo en la suya. Pero ese no es mi problema.
Cuando lo conocí hace ya dos años, me gustó y me sentí ilusionada con él. Ya sabéis fantaseaba con la posibilidad de tener una relación más profunda..... Sin embargo él no sentía lo mismo y al cabo de algunos meses yo dejé de sentir mariposas en mi estómago cuando lo veía. Ayudó mucho para que yo dejara de sentir cosas por él, que nos citáramos cada seis o siete meses. 
Como fue muy sincero conmigo yo también quiero serlo con él.
El escasisimo tiempo que dedicábamos a nuestra relación era clarificador y mostraba que entre nosotros no había nada.
Ni atracción sexual, ni amistad, ni sentimientos de amor.
Entonces ¿Porque seguimos quedando? Si no queda nada, nunca hubo nada.

Probablemente la rutina aunque tan espaciada en el tiempo, había calado en una forma de habito absurdo. O quizás fuéramos el uno para el otro su "Plan B". Otra razón posible aunque algo rebuscada, pudiera ser que él se sintiera compadecido de mi por no haber podido compartir mis sentimientos en un inicio, y creyera que para sentirse mejor debía quedar cada ocho meses conmigo mientras se tomaba un café.
Hace una semana recibí un watts de esta persona. Esta vez había pasado casi un año desde nuestra última cita. Al ver su nombre no sentí ninguna emoción, ni frío ni calor. Pero unos instantes después noté una especie de peso en forma de deber. " Había que quedar, era lo que siempre hacíamos".
Aquel pensamiento me hizo reflexionar sobre lo que realmente sentía por aquella persona:
¿Era pulsión sexual, era pura amistad o era enamoramiento?
La respuesta a las tres preguntas fue la misma: No era nada de eso.

Decidí aceptar la cita porque quería transmitirle personalmente, los motivos por los que aquel sería nuestro último encuentro acordado.

"Ya no me provocas ninguna sensación estimulante ni gratificante. Tampoco me dices nada nuevo que aprender, que pensar pero sobretodo, nada que sentir. Ha pasado mucho tiempo, demasiado....

Eres como aquel único cigarrillo que llevas años fumando y que es ya ridículo mantener. O  fumas veinte o ninguno.
Mi relación contigo es similar a la de un trasto viejo o una prenda que año tras año, llena y se repite en mi armario. Nada me aportas, tan solo me quitas espacio y tiempo, aunque sea mínimo, es para mi sagrado y valioso para perderlo así.  

Ya quedan pocos días para liberarme de ti y tu de mi. 
Mi whats se vacía a marchas forzadas mientras me quedo tan solo con relaciones cómplices, íntimas y chispeantes. 

Así quiero mi whats, así quiero que sean mis relaciones.
¿Y tu, ya limpias?......

Margarita Basi. 
  

    

viernes, 28 de agosto de 2015



                      EL VERANO ES PARA ABURRIRSE

Que mejor momento que unas vacaciones largas para poner en practica algo que para muchos, es ya tan solo un vago recuerdo de la infancia: aburrirse.
El aburrimiento sentido y consentido es el regalo más preciado que la vida puede darnos, porque nos pone en contacto directo con nosotros mismos; con nuestros anhelos, recuerdos, sentimientos y vida interior. 
Nos han hecho creer que quién se siente aburrido es alguien poco productivo, vago y en definitiva no competente. ¡Falso!   
Quién es capaz de sentarse y mirar por la ventana recreándose en el propio acto de no hacer nada más que eso, quién puede retirarse cada día unos minutos del mundo y dedicar ese tiempo a respirarse y a sentirse, quién tiene el poder de sentir placer tan solo con darse cuenta de que no necesita llenar el día con mil cosas, la mayoría vacuas y superficiales para sentirse vivo. Es una persona  grande, libre y feliz.
Aburrirse es ser consciente del vacío externo y de la grandeza propia del individuo. Es un aviso que nos llama a explorar nuestro propio y sagrado laberinto personal, al que no estamos habituados a penetrar.
Las vacaciones de verano son un momento ideal para aburrirnos y recrearnos en el silencio, en la pausa, en la inutilidad práctica, y en aquellas sensaciones  que si no fueran por el aburrimiento, pasarían desapercibidas por nuestros sentidos saturados y sordos.

Aburrirse es bello, porque escuchas sonidos que antes no oías, porque ves cosas que antes no percibías y porque relaja tu mente hasta el punto de no poder soportarlo. 
Esa es la señal que nos indica que no estamos preparados para estar con nosotros mismos en silencio y a solas. Por esta razón el aburrimiento no está de moda ni es un valor en alza.

Pero para mi es una fuente inagotable de satisfacción y placer.
Seguiré aburriéndome mientras pueda.


Margarita Basi.  
  
   

miércoles, 19 de agosto de 2015

                             LA MAESTRÍA DEL AMOR


Siguiendo con lo dicho ayer y según comenta el Dr. Ruiz en su libro: "La maestría del amor", antes de poder reconocer el verdadero amor de pareja, hemos de sentir  que el amor principal que necesitamos para ser felices está en nosotros mismos, en el respeto, en la admiración y en la libertad  en la que basamos nuestras vidas.
Por ello no nos cuesta llegado el caso, decir lo siguiente:

"No me gusta cuando intentas aprovecharte de mi, cuando me faltas al respeto, cuando eres rudo conmigo. No necesito que nadie me falte verbal,emocional o físicamente. No necesito oír tu imprecación constantemente. No es porque yo sea mejor que tú, es porque amo la belleza, la risa, la diversión. Amo el amor.

No soy egoísta, solo que no necesito tener ni a una víctima ni a un controlador como compañía. No es que no te ame, pero no quiero responsabilizarme de tu "basura emocional" porque es tuya, y yo ya me ocupo de la mía."

Si ante una pareja que os hace sentir aunque sea solo por  un momento, (porque se repetirán sin duda) alguna de estas emociones y sentimientos,  sois capaces de transmitirle con vuestras palabras el mensaje anteriormente escrito, estaréis preparados para ser candidatos a conseguir la maestría del amor.
Sin embargo no por ello tendréis más posibilidades de encontrar pareja, ya que la mayoría de personas están muy lejos de ser maestros, pero tarde o temprano atraeréis a un hombre o mujer maestro como vosotros.

Ya sois maestros, tan solo por haber descubierto algo tan simple pero a la vez difícil: el amor está en vosotros y la búsqueda de éste en el exterior: (relaciones, cosas materiales etc... ) Solo os traerá infelicidad e insatisfacción. Porque os alejará de vuestra fuente, de vosotros mismos.

1- Conciencia: Saber que todas las personas "sueñan su propio sueño". Es decir cada uno ve y siente la vida de distinta forma, única y genuina. Por ello la visión de cada uno es sagrada y debe respetarse siempre. En una relación yo me ocupo solo de mi parte y mi pareja de la suya. No vuelco expectativas o trato de inmiscuirme en su parte, ni intento cambiarla para adaptarla a la mía. Tu eres independiente y libre. Si amas de verdad solo deseas lo mismo para él o ella.    

2- Ajustas tu cuerpo emocional al amor y no al  miedo. En el anterior artículo hablamos de las diferencias entre amar en el miedo o hacerlo en la libertad y en el amor. Solo en el amor eres libre y feliz. Si no entiendes la diferencia, no podrás amar con maestría.

3- Te das cuenta de que una relación amorosa es para disfrutarla, sentirla,besarla y también dejarla a solas cuando él o ella no quieren jugar. Respetando así a nuestra pareja os daréis cuenta de que querer proteger, cambiar o guiar a nuestra pareja, acaba por asfixiar el respeto, la admiración, la complicidad sexual y la intimidad emocional que son las bases del amor.    

Margarita Basi.

martes, 18 de agosto de 2015



                            LA MAESTRÍA DEL AMOR


Este fin de semana revisando mis  libros, descubrí un libro llamado: "La Maestría del amor", del Dr. Miguel Ruiz. Autor del bestseller: "Los cuatro acuerdos".
Volver a leerlo fue un placer inesperado. De nuevo constataba lo que en esta cuestión llevo tiempo explicando: creemos que es amor lo que no es más que miedo, control y dependencia.
Pero ¿Que es la maestría del amor según el Dr Miguel Ruiz? 

Algo que lamentablemente está  muy lejos de lo que la mayoría de las parejas tienen entre ellas.
Si quisiéramos amar según la maestría del amor, deberíamos antes limpiar nuestras heridas emocionales y luego, ser conscientes de que el amor juega, se divierte, comparte intimidad y vulnerabilidad, pero nunca se encarga de inmiscuirse, manipular o modificar las emociones y forma de ser de la pareja.
¿Hay alguien aún por aquí que haya conseguido lo primero y que piense así?
Creo que muy pocos.
Pero no os desaniméis, es posible conseguirlo. Tan solo cambiando nuestras creencias y apartando el miedo de nuestras vidas, conseguiremos que solo el  amor sea nuestro guía.

El Dr. Miguel Ruiz dice entre otras cosas:

El amor no tiene obligaciones. El miedo si.
El amor no tiene expectativas. El miedo si.
El amor se basa en el respeto. El miedo no respeta nada.

La auto compasión proviene de la falta de respeto hacia uno mismo.
     
El amor tiene compasión. No lástima ni piedad.
El amor es generoso. El miedo es egoísta.
El amor es incondicional. El miedo está lleno de condiciones.

Yo te amo tal cual eres y eres libre de ser tu mismo. Pero si lo que tu eres deja de gustarme, te dejaré marchar liberándome y liberándote de mi. Nunca intentaré retenerte, cambiarte ni manipularte porque te quiero y porque no te necesito para ser feliz.
Yo tengo todo el amor que necesito en mi misma, pero si encuentro a alguien que; encaje en mi forma de ser genuina y única, no se haga cargo de mi "basura o heridas emocionales", me respete y no espere de mí más que compartir nuestra intimidad y disfrutar de nuestro amor, sin querer cambiarme ni controlarme. Entonces viviré ese amor hasta que se acabe, sin más expectativas.

El miedo es el gran enemigo del amor, y nuestra cultura y educación  se han encargado de que ese miedo esté presente en cualquier acción, pensamiento o deseo que vayamos a emprender.
Solo de nosotros depende dejar esas falsas creencias y volver a ser libres.  

- Dejar de dar importancia a lo que los demás vayan o no a pensar de mi.
- Dejar de defender mis creencias y opiniones llegando a veces a enemistarme o enfadarme con alguien, pues me dan seguridad.

- Dejar de aferrarme a personas o relaciones porque creo que sin ellas no voy a ser feliz. Aún me hará a la larga más infeliz. 

- Empezar a ser fieles a nuestra autentica forma de ser y sentir, porque nos han hecho creer que la falsa identidad que vendemos a los demás es la buena, la que les gusta, la que hace que nos acepten y nos quieran..... Quién de verdad te quiere lo hace porque ama tu verdad, tu autentico ser y no el falso en el que te has convertido. Al falso lo quieren los que buscan en ti algún tipo de interés.

- Ser responsables únicos de nosotros mismos. Nadie nos obliga a llevar la vida que llevamos. Solo tu la has elegido y tan solo tu puedes cambiarla si quieres.  

En el próximo artículo daré las tres motivaciones que según el Dr. Ruiz nos hacen llegar a la maestría del amor.


Margarita Basi.

lunes, 10 de agosto de 2015


                     EL AMOR NO ES LO QUE PARECE....


¿Hombres y mujeres, seguirían juntos en pareja si les quitaran todo aquello que comparten y les une, dejándolos tan solo a merced de los sentimientos que se profesan el uno al otro?
Varias veces me he hecho yo misma esa pregunta y mi respuesta ha sido siempre la misma: creo que no.

Llamarme escéptica o algo peor pero es así como yo lo veo cuando observo a las parejas en general.
El escepticismo es lo opuesto al dogmatismo. Cuestionarse y revelarse ante aquellos que dicen tener la verdad absoluta, protege nuestra individualidad y da sentido al propio mundo personal, manteniéndonos  alejados del borreguismo y del alienamiento que tan de moda están, lamentablemente hoy día.
Pero no me quiero ir del tema.

La mayoría de las parejas consolidadas discreparán absolutamente de mi opinión. Sin embargo son pocos los sentimientos puros que se mantienen intactos en el tiempo, después de varios años de relación sentimental, sin ser influidos por las naturalezas distintas y evoluciones dispares de los individuos que se aman.
La falsa e hipócrita creencia que dicta a una pareja, según el cristianismo: amarse "hasta que la muerte os separe", no solo es un sinsentido en sí mismo sino que además deviene una trampa mortal para el verdadero amor.
Pero las parejas siguen prometiéndose amor eterno. ¿Porque? 

Porque reconocer el estado finito y limitado en el tiempo del amor sentimental, le resta romanticismo y también ganancias a miles de negocios que viven de ello.
Porque no reconocer esa certeza  y evidencia sería contraproducente para el mantenimiento de los verdaderos valores e intereses que se esconden bajo el manto puro del amor, y que son entre otros....

- El matrimonio; invento maligno en el que puedes conseguir grandes logros, pagando un alto precio, claro está.
- Una casa más grande y lujosa que tan solo tu, no podrías permitirte pagar.
- A veces incluso, crees que sin una pareja no podrías tener hijos, pues piensas que solo es posible educarlos y amarlos correctamente junto con una pareja sentimental a tu lado. 
- El estatus social que se adquiere cuando estás en pareja. La sociedad respeta y confía aún hoy día, en quienes tienen una pareja más que en aquellos que viven sin ella.
_ La comodidad para ellos de encontrar la casa limpia y organizada después de un duro día de trabajo compensa lo que una vida en pareja te hace perder. Y tener el respaldo económico que ellos te suelen brindar sin apenas oponerse, no tiene precio.....

Todos estos intereses y otros, son muy atractivos a los ojos de una pareja que si bien al inicio de su relación ni siquiera piensa en ellos, si que con el paso del tiempo los irá acumulando. Como los puntos del supermercado.
¿Esperarán poder canjearlos si alguna vez ocurriera algo inesperado en su vida de pareja?

Desgraciadamente no mucha gente tiene la libertad, la humildad, la sabiduría, la compasión y la madurez emocional necesarias, como para desear mantener relaciones sentimentales de primera categoría, aunque éstas no perduren en el tiempo..... Más de lo que tengan que
durar.

Margarita Basi.

miércoles, 5 de agosto de 2015



                                            SER MUJER

Ser mujer no es ofrecer nuestros servicios, a quienes nos permiten gozar de un mínimo espacio en el mundo que los hombres han construido.
Ser mujer no es darnos en cuerpo y alma al amor romántico con un hombre, por el que somos capaces de abandonar nuestros sueños.

Ser mujer no es cuidar de todo y de todos, creyendo que al hacerlo seremos recompensadas por nuestro orgullo y ego femenino, que nos hará creer que somos más válidas que ellos.

Ser mujer no es solo parir hijos para luego dejarlos al cuidado de otros, mientras nosotras nos dejamos la piel en el mundo que el hombre ha construido a su imagen y semejanza, y por ello nosotras ilusas, creemos y confiamos que es también nuestro.

Ser mujer no es mostrarnos celosas y desunidas entre nosotras, porque veamos a otras mujeres como amenazas y no como oportunidades, para crecer y desarrollarnos como seres independientes y diferentes a los hombres.


Ser mujer es reconciliarnos con nuestras feminidad para abrazar a todas las mujeres que quieren prosperar, creando un mundo a nuestra propia imagen fuera del alcance masculino.

Ser mujer es dejar de mantener un pulso sin sentido con el hombre al que jamás alcanzaremos, principalmente porque somos distintas naturalezas, con deseos y necesidades muy diferentes.

Ser mujer es empezar a confiar en nosotras y no poner nuestra vida en manos masculinas. Co crear juntas una nueva sociedad, pero sin esperar ni exigir a los hombres colaboración alguna.
Solo así nos ganaremos su respeto y admiración. Pero si seguimos sirviéndonos de ellos para rascar unas migajas de atención como hasta ahora, continuaremos a la defensiva, porque en nuestro interior nos seguiremos sintiendo  inferiores, incompetentes y nunca lo bastante aptas como ellos.

Ser mujer es olvidarse de que sin un hombre poco o nada podemos hacer, y ser coherentes con este pensamiento.

¿Quién se atreve? ¿Estás preparada para ello o seguirás ahí sentada lamentándote, o soñando que eres una gran mujer aunque comas porque un hombre te lo permite?  
Duele reconocerlo y por esta razón la mayoría de mujeres se blindan ante esta evidencia. 
Solo una mujer valiente y humilde es capaz de asumir esta realidad y romper con ella drasticamente.  Pero nunca podrá conseguirlo sin el apoyo de otras como ella.


Margarita Basi.

 

viernes, 31 de julio de 2015




  EL FEMINISMO TAMPOCO AYUDA A LA LIBERACIÓN                                        DE LA MUJER. 


Son muchas las mujeres que considerándose feministas, no están de acuerdo en que algunas féminas afirmemos que por norma general, las mujeres tratan de emular a los hombres, adquiriendo y expresando valores masculinos, para conseguir su propio espacio en el mundo.
Las feministas creen que debido al desprecio y maltrato que los valores femeninos sufren en esta sociedad tan patriarcal, las mujeres que desean una independencia económica y una vida autónoma, tan solo pueden  adquirirla a través de sacar sus armas masculinas.
En mi opinión estas mujeres evitan enfrentarse a una segunda opción a la hora de encontrar su lugar en el mundo: una acción mucho más valiente y arriesgada que la de imitar a los machos. 
Servirse de toda su feminidad y poder femenino, agrupándose entre ellas sin contar con los hombres más que para amarlos o reproducirse.
¿No somos tan aptas como ellos? ¿Acaso ellos compartieron con nosotras la construcción y mantenimiento de este mundo?

Entonces ¿Porque jamás en la historia las mujeres no han permanecido unidas entre ellas, hasta el punto de crear y levantar un mundo paralelo al masculino; femenino, creativo, libre y completamente suyo?

En mi libro: "Yo, Amazona" intento  explicarlo  con ejemplos concretos, pero aquí dejo caer un pequeño avance:

Mujeres autónomas, independientes y feministas. Vosotras que abrazáis los valores masculinos que os dan de comer mientras los juzgáis y criticáis. ¿Que hacéis al respecto?
Vosotras que vivís ajenas a vuestras necesidades femeninas que no son las de servir a los hombres, ni la de perder vuestro propio respeto por una mejor calidad de vida, ni vuestra salud en general por representar el papel de mujer exitosa que ni siquiera vosotras habéis diseñado.....
Vosotras que permanecéis aisladas unas de otras aunque compartáis vuestras frustraciones y desengaños.....

A todas vosotras deciros que no cuidáis las unas de las otras porque seguís viviendo de los hombres: de vuestras parejas o de las empresas creadas por ellos.
No os atrevéis a uniros, a convivir juntas, a criar a vuestros hijos juntas y a crear un mundo más vuestro y femenino.

No hay excusas que valgan. Tan solo la unión entre las mujeres podrá resolver los problemas que nuestra sociedad no ha sabido resolver hasta ahora y que llevan a tantas féminas a sufrir un gran desamparo e injusticia social.
Si el hombre y la sociedad patriarcal menosprecia, ignora, subestima y hasta ridiculiza los valores femeninos.
¿Será quizás porque las mujeres no hemos sabido defender y desarrollar nuestro poder femenino, como ellos han hecho con el suyo?

Algo falla y no son ellos.


Margarita Basi.
         

lunes, 27 de julio de 2015


       ¿COMO ES EL HOMBRE QUE HA RECONSTRUIDO SU              IDENTIDAD MASCULINA?


1- El hombre reconstruido no se compromete a proveer de las posibles carencias materiales o emocionales que pueda tener su pareja, porque entiende que ésta esta capacitada para ser auto suficiente en ambos aspectos. 

2- El hombre reconstruido muestra abiertamente su masculinidad, siendo a veces; sensible, cariñoso y empático (incluso con hombres) y otras rudo, ordinario o bruto (nunca agresivo que es muy distinto).  Y cuando lo hace no le importa que le tilden de "machista" o "superficial", porque el sabe que no lo es.

3-  El hombre reconstruido acepta y muestra sin prejuicios sus limitaciones como hombre, ( también las mujeres tienen las suyas) que son; (en algunos varones) su dificultad para atender el hogar y el cuidado y atención de los hijos, de igual manera que lo haría una mujer.
Y ante la desaprobación, normalmente femenina, él ni siquiera se siente incómodo, sino orgullosos de ser fiel a su genuina naturaleza e identidad masculina y no reprimirla.

4- El hombre reconstruido no renuncia nunca ni por una pareja ni por sus hijos, a dedicar una importante parte de su tiempo a sus "colegas". Para el hombre es vital y terapéutico, compartir ciertos rituales masculinos que realzan y fortifican su masculinidad a la vez que le desahogan de testosterona, para poder luego mostrar sus también valores más femeninos y necesarios para la sana y adecuada relación con otros grupos como : los homosexuales, mujeres, niños o ancianos.

5- El hombre reconstruido ya no trabaja por aumentar su prestigio, su poder o su economía, sino para desarrollar su autentica vocación y creatividad.

6- El hombre reconstruido no apuesta por el matrimonio pues sabe que el amor verdadero no necesita de un contrato de mantenimiento, sino alas y libertad para disfrutar de una unión que es limitada en el tiempo y como tal suele caducar. 
Este hombre no es un Don Juan pues no necesita conquistas ni seducción continua para mantener su ego masculino activo, sino que se compromete pero sin más interés que disfrutar y compartir su amor y sexualidad hasta que ésta se agote. 
Por tanto la fidelidad es intrínseca en una relación como esta y la libertad es su mayor tesoro.

7- El hombre reconstruido cultiva también aspectos humanistas y creativos: le interesan las artes, la psicología y la espiritualidad. Además de compartir los rituales propiamente masculinos; ir de copas con los amigos, escapadas con los colegas, deportes etc...

8- El hombre reconstruido se siente igual de cómodo al lado de sus colegas "machos" como al lado de un grupo de homosexuales, mujeres, niños o ancianos. Es capaz de empatizar, disfrutar, relajarse y aprender  como lo haría con sus colegas, aunque desde otras perspectivas.   

En definitiva el hombre que ha sabido reconstruir su identidad masculina, entra y sale con fácil comodidad de su mundo masculino y femenino, porque ha aceptado que su virilidad es el resultado de la mezcla de ambos.

Un hombre sano en su masculinidad coquetea con sus genitales y pronuncia de vez en cuando alguna palabra soez u ordinaria, pero también se muestra igual de natural y cariñoso ante un hombre o una mujer. No reprime sus instintos masculinos, tanto  sean femeninos como masculinos. 
Este tipo de hombre me inspira más confianza, ternura e incluso atractivo, que aquel que se muestra refinado y remilgado ante unas actitudes muy masculinas como: (eruptar, tocarse, bociferar etc...) y que comparte siempre las tareas del hogar con su pareja pero vive reprimiendo una parte importante de su masculinidad por ello..

Lamentablemente aun somos pocas las mujeres que nos sentimos atraídas por este tipo de hombres. Que también nos hemos liberado de ciertos estereotipos y abrazamos la masculinidad desde otra perspectiva.
El hombre cultivado y sabio porque se ha liberado de sus traumas es viril y femenino a veces. Es rudo y tierno, es fuerte y vulnerable, es amigo y amante a la vez, es libre de sí mismo.
Solo el hombre que  ha estado en su pozo interior y ha pasado allí dentro el tiempo suficiente como para darse cuenta de que, incluso su miseria es brutalmente bella pues es el motor de sus cualidades, consigue  restaurar su masculinidad.   

¿Te atreves? 

Margarita Basi.
       

martes, 21 de julio de 2015


                        EL HOMBRE RECONSTRUIDO      


En este último artículo dedicado al hombre vamos a hablar del "hombre blando" o "soft male"; este hombre procede de los países Nórdicos y de aquellos países anglosajones en donde el "hombre duro" había reinado con más severidad.

El hombre blando ignora su feminidad y el hombre duro la reprime.
Es lo mismo pero cada uno mutila su masculinidad de forma distinta.
El hombre blando no ha resuelto el problema de equilibrar y recuperar su identidad masculina.
Ha dejado paso a una mujer fuerte que aumenta su energía en cuanto el hombre la disminuye, creando aún más tensión, escisión y rupturas de pareja.
En los años 70 el "soft male" aumenta; un hombre maternal, adorable, casero que comparte las tareas del hogar.... Pero en los 80 este hombre está cansado y angustiado porque no se siente tampoco identificado plenamente con su identidad masculina.

1º- Intenta resolverlo castigando a la madre, pero romper el cordón umbilical con ella es más fácil que hacerlo con el padre, entre otras cosas porque no existe. Así el hombre no resuelve el problema.

2º- Psicólogos, historiadores, sociólogos y escritores que han estudiado este conflicto coinciden en hacer responsable de la falta de una sana identidad masculina en los hombres, a la figura del "padre".
Un padre frío, lleno de resentimiento hacia el hijo al que abandona en las "garras" de su madre mientras el padre se comporta como un fantasma ( a penas visible para los hijos), tirano ( a veces), analfabeto emocional ( casi siempre), que no habla ni expresa sus sentimientos con sus propios hijos.

3º- Los hijos de estos padres (la mayoría), están faltos de amor.
Marginan la figura paterna triste, violenta, colérica o débil ( según su madre les haya transmitido), porque es la única que se comunica con ellos.
Estos hijos no tendrán las bases necesarias para ir a buscar información correcta cuando precisen y se sientan indecisos en sus vidas. Por ello confundirán y mezclarán a menudo el sexo con la necesidad de amor o el amor con la razón. Confundirán lo correcto y bueno para ellos con lo que les conviene.
Intentarán construirse a través de la adicción al sexo, al trabajo, a las drogas, al culto al cuerpo etc...
El joven crece sin valores positivos porque vive entre el miedo al padre ( si éste es agresivo) y la rabia por haberle retirado su presencia.
Pocos son los hombres que consiguen aceptar y reestablecer la relación con su padre.
Robert Bly nos habla de que la curación del hombre, a de hacerse a través de la búsqueda del "Guerrero interior" que cada hombre lleva dentro.

Esta búsqueda muestra que tanto el hombre como la mujer poseemos valores intercambiables; así la agresividad es buena en una  mujer porque la ayuda a superar un problema o defenderse de un abuso. Y la compasión es buena en un hombre porque le equilibra a buscar una solución pacífica a un conflicto o a sentir empatía y ayudar a un ser necesitado.
Ambas emociones son simplemente humanas y no debe pretenderse separarlas por sexos, porque lo único que conseguimos con ello es más dolor y sufrimiento.

EL HOMBRE RECONCILIADO:

No es ni el blando invertebrado ni el duro analfabeto  emocional. Es el "Gentle man", el hombre reconciliado.
Este hombre no siente odio ni resentimiento hacia sí mismo porque ha sido educado en el amor y no en el miedo y odio hacia lo femenino.

Para Daniel Levinson en sus trabajos sobre la masculinidad, dice lo siguiente:
"La madurez y por tanto la verdadera masculinidad no se alcanza hasta bien entrados los cuarenta años".
- De los 20 a los 30 años; el hombre aún debe aprender a controlar y reprimir su feminidad interior. Se mide con las mujeres como un seductor y con los hombres en base a sus éxitos y competitividad logra su reconocimiento.
 - De los 30 a los 40 años; el hombre trabaja duro para confirmar su virilidad.

- De los 40 a los 50 años; el hombre ya a aprendido a distinguir la identidad masculina de otros valores ( sexo, poder, ambición...) y empieza su reconstrucción.

El hombre que consigue llegar a adulto reconstruido con su identidad masculina construida, sabe intercambiar actitudes masculinas y femeninas indistintamente según el momento, sin pudor y con seguridad varonil.
Sabe cuidar de un bebé o mostrar sus masculinos valores a un adolescente o jugar un partido de fútbol. 

 Dice Elisabeth Badnter: 

"No puede darse una buena paternidad sin haber aceptado antes la propia homosexualidad latente y unas gotas de pedofilia".
"Ha llegado el momento en que se le permita al padre lo que se le ha permitido a la madre toda la vida".

Y acaba diciendo:
"Son las características femeninas del padre las que incitan al hijo a tomarlo como modelo cuando éste es más pequeño, y cuando ya es más mayor, el padre debe movilizar toda su virilidad para transmitirla al hijo y evolucionar de padre a mentor".


Margarita Basi. 
 

        

viernes, 17 de julio de 2015



                        LA MASCULINIDAD  PELIGROSA


La agresividad masculina como demostrativo de las cualidades del dominio masculino, sigue aumentando: violaciones y agresiones físicas o verbales hacia la mujer.

El patriarcado se basa en esa expresión de poder; solo que unos frenan antes esa pulsión y otros se dejan llevar por ella.

Algunos antropologos han llegado a la conclusión como Peggy Reeves Sandy, que en  las sociedades como Sumatra donde se respeta a las mujeres porque éstas tienen un papel importante en las decisiones colectivas, no hay violaciones o éstas son extremadamente raras.
Igual ocurre entre los Indios Arapesh en América o los Thaithianos o en algunas sociedades africanas que se dedican a la caza y el cultivo.
Sin embargo en el resto del mundo occidental y oriental, estas agresiones están muy presentes.    

Según los psicólogos, el violador es el resultado de una patología de su virilidad y no la expresión normal de la misma.
Es por tanto, la consecuencia del fracaso en la identificación masculina, además de un rechazo excesivo a su propia feminidad, lo cual denomina: "automutilación".

¿Porque los hombres desde mediados del Siglo XX, viven menos que las mujeres?
Hoy en día la diferencia sigue en aumento y ya es de ocho años.
Ellas viven unos ocho años de media más que ellos.

Posibles causas:  
1- La fragilidad del cromosoma Y, portador de menor información genética que el cromosoma X, según la hipótesis de A. Montaigne biogenetista.

2- Jourard asegura que como el hombre necesita también amar, ser amado, comunicar sus emociones y sentimientos, ser activo y a veces pasivo..... Pero como el ideal masculino sigue "prohibiendo" a los hombres satisfacer esas necesidades, al menos abiertamente y sin tapujos, esto afectaría a su sistema inmunológico y a su salud física y emocional.
También conllevaría a éste a sufrir más riesgos  y más accidentes que las mujeres por ello.

3- Beben y fuman más, ejercen más violencia a su alrededor y tienen más estrés por la exigencia social: ser más competitivo, ser más proveedor familiar  o el único, etc...

4- Los hombres visitan menos al médico y a los psicólogos que las mujeres. Incluso se les considera más válidos para socorrerse en circunstancias de emergencia: "mujeres y niños primero".

5- En las guerras son los que saltan al campo de batalla.

6- Su mayor cantidad de testosterona les inhibe muchas veces de tomar la conciencia necesaria para valorar una acción temeraria con la suficiente prudencia y así desestimarla.
Por ello son los hombres más victimas de peleas, lesiones, accidentes que muchas veces les cuestan la vida.

Es necesario enseñar a nuestros muchachos otro modelo viril que acepte la existencia de la "vulnerabilidad", como valor y cualidad tremendamente atractiva y necesaria para la buena salud mental, psíquica  y física de los hombres. 
Expresar emociones, pedir ayuda, expresar cariño y afecto a otros seres (sean incluso hombres), mostrarse cooperativo, resolver conflictos no violentamente, aceptar actitudes antes etiquetadas de femeninas o poco masculinas en un hombre, etc.... Es imprescindible y va a ser la asignatura pendiente para el hombre del S. XXI.
Solo así el hombre conectará y mostrará una sana y atractiva masculinidad.


Margarita Basi.